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Los mejores calabozos de Zelda, clasificados.

A lo largo de los años, hemos explorado numerosas mazmorras controlando a Link, pero ¿cuáles destacan por encima de las demás?

Al evaluar los videojuegos de Zelda, se pueden considerar múltiples métricas, pero uno de los factores más determinantes son los calabozos. Estos espacios son esenciales en cada juego, donde se desarrollan combates y resoluciones de acertijos, y la emoción de explorarlos nos impulsa a adentrarnos en esos mundos. Si bien los jefes son un excelente cierre, un buen calabozo puede ser el verdadero punto culminante de la experiencia. A continuación, se presenta una lista de los mejores calabozos de la saga, clasificados según su impacto y diseño.

Uno de los calabozos que destaca es el Eagle’s Tower de Link’s Awakening. En un entorno 2D que frecuentemente queda a la sombra de sus contrapartes en 3D, este calabozo se siente como un verdadero desafío, gracias a su ingeniosa mecánica de llevar una esfera para derribar pilares, añadiendo un toque de dificultad.

El siguiente en la lista es el Snowpeak Ruins de Twilight Princess. Ambientado en una mansión en lugar de un típico castillo o cueva, su diseño singular se complica por el hielo, lo que transforma la experiencia en una exploración única, además de ofrecer variadas tareas más allá de simplemente buscar llaves.

El calabozo Earth Temple de Wind Waker es otro que resalta, aunque la mayoría de los calabozos de este juego no son tan memorables. Este destaca por la cooperación entre Link y Medii, lo que hace que los acertijos sean particularmente gratificantes, además de incluir enemigos no muertos y rompecabezas de luz.

En Minish Cap, encontramos el Deepwood Shrine, que muestra la mecánica central del juego. Este calabozo transforma desafíos sencillos en pruebas de habilidad al ver el mundo desde una perspectiva reducida, incluyendo un jefe que toma la forma de un enemigo común pero terrorífico.

El Hyrule Castle de Breath of the Wild tiene que cumplir con grandes expectativas después de explorar el mundo extensamente. Aunque su diseño abierto permite una experiencia de juego variada, no brinda la misma calidad en puzzles que otros calabozos más lineales.

El Shadow Temple de Ocarina of Time evoca elementos de horror, combinando su atmósfera con mecánicas intensas, como el uso de la Lens of Truth, lo que intensifica la tensión a lo largo de la experiencia.

Desde Skyward Sword, el Sandship se destaca por su original uso de mecánicas de viaje en el tiempo para resolver acertijos, todo en el contexto de una antigua nave pirata, brindando una experiencia divertida e innovadora.

Otro calabozo notable es el Arbiter’s Grounds de Twilight Princess, que, a pesar de ser simple, ofrece emocionantes mecánicas con el Spinner y una estética oscura y atrapante, convirtiéndolo en un espectáculo memorable.

En Majora’s Mask, el Snowhead Temple sobresale por su diseño centrado en la transformación de Goron, lo que le da un plus, junto con su clara estructura que guía al jugador y un jefe emocionante.

Finalmente, el Forest Temple de Ocarina of Time, aunque se puede considerar simple, destaca por encapsular todos los atributos deseados de un calabozo de Zelda: una atmósfera inquietante, acertijos entretenidos y un jefe que cierra la experiencia de forma magistral.