
"La situación es tan cambiante que siento la necesidad de revisar mi teléfono en este momento", afirma un ejecutivo de Samsung sobre el impacto de los aranceles en el negocio móvil.
Samsung podría ser lo suficientemente ágil como para manejar esta 'situación dinámica'.
Esta semana, Samsung está presentando algunos de sus más impresionantes teléfonos plegables hasta la fecha. Estos nuevos dispositivos son más delgados, ligeros, inteligentes y, como es de esperar, su precio también ha aumentado. En Estados Unidos, esta tendencia podría intensificarse de manera más notable si el presidente Trump decide avanzar con su arancel del 25% sobre los productos fabricados en Corea del Sur.
Es posible que muchos no sepan que, a pesar de su gran presencia en el mercado estadounidense, Samsung tiene su sede y operaciones en Corea del Sur. Al igual que otros gigantes tecnológicos, la compañía fabrica sus productos en su país natal y en lugares como Vietnam, India y Taiwán. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump intenta fomentar el regreso de la manufactura al país, haciendo uso principalmente de los aranceles, que funcionan como impuestos aplicados a todos los bienes importados. Esta situación genera preocupación sobre la posibilidad de que estos costos se transfieran a los consumidores.
Aunque no se refirió directamente al incremento de precios de los nuevos Galaxy Z Fold 7 y otros dispositivos móviles de Samsung, Dave Das, vicepresidente ejecutivo de experiencias móviles de la compañía, comentó durante un panel en el evento Samsung Unpacked: "Diré que las piezas aún no se han colocado en su lugar". En un tono de broma, Das destacó la rapidez con la que cambian las circunstancias, sugiriendo que se siente obligado a revisar su teléfono para asegurarse de que lo que dice siga siendo relevante.
Das enfatizó que Samsung está en una posición favorable para adaptarse a estas rápidas transformaciones en el comercio global. "Una de las mayores fortalezas de Samsung es nuestra agilidad y flexibilidad", afirmó, refiriéndose a la capacidad de la compañía en la manufactura y la gestión de la cadena de suministro.
El equipo de Das está considerando diferentes escenarios, pero también están manteniendo una comunicación fluida con la administración estadounidense. "Estamos trabajando estrechamente con este gobierno para asegurar que, independientemente de lo que ocurra, Samsung pueda ofrecer los mejores productos, experiencias y servicios a los consumidores estadounidenses a un precio competitivo", declaró.
Si bien no entró en detalles sobre productos específicos ni mencionó el aumento de $100 en el último modelo Z Fold, se puede suponer que este ajuste de precio tiene más que ver con el costo de los nuevos componentes (como el sensor de 200MP) y la fabricación (que ahora tiene un grosor de 4.2mm) que con los aranceles.
La situación es dinámica y la flexibilidad ante la evolución de los aranceles es crucial, según Das, quien añadió que su equipo desea constantemente colaborar con la administración para seguir proporcionando productos de calidad. A medida que los aranceles en Corea del Sur podrían ascender al 25%, es importante observar cómo esto afectará a los precios que los consumidores pagarán por los nuevos modelos como el Galaxy Z Flip 7, 7 Flip FE y Z Fold 7.