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Meta se enfrenta a juicio para prevenir la separación de Instagram y WhatsApp.

Se anticipa que Zuckerberg y Sandberg comparezcan como testigos.

El lunes, Meta se presentará ante la Comisión Federal de Comercio (FTC) en un juicio que podría cambiar el panorama de las redes sociales. Durante los próximos dos meses, el gobierno de Estados Unidos argumentará que la adquisición de Instagram en 2012 y de WhatsApp en 2014 por parte de la compañía, entonces conocida como Facebook, eliminó amenazas potenciales a su dominio en el mercado. Meta, por su parte, defenderá que estas adquisiciones contribuyeron a expandir las plataformas y convertirlas en negocios masivos utilizados por miles de millones de personas, a pesar de enfrentarse a una gran competencia.

Se espera que altos ejecutivos de la empresa, incluyendo al CEO Mark Zuckerberg y la ex COO Sheryl Sandberg, testifiquen durante el juicio en Washington, D.C. Este caso ha tardado en llegar, ya que se basa en una demanda presentada durante la administración Trump y luego modificada bajo la administración de Biden, buscando una respuesta tan drástica como la desinversión de las grandes fusiones de Meta. Este juicio es el tercero en Estados Unidos en dos años contra las grandes tecnológicas, después de que el Departamento de Justicia se pronunciara a favor en un caso contra el negocio de búsqueda de Google, mientras que un segundo caso sobre su tecnología publicitaria todavía está a la espera de una decisión.

El juicio se inicia en un contexto de reflexión sobre cómo deben aplicarse las leyes antimonopolio a los mercados digitales, un debate que se ha intensificado en los últimos años y ha tomado un giro bipartidista. Sin embargo, el enfoque del nuevo presidente de la FTC bajo la administración Trump aún no está claro; su presidente, Andrew Ferguson, se ha mostrado como un opositor a las grandes tecnológicas, aunque ha centrado su atención en la moderación de cuentas conservadoras por parte de las plataformas web.

Previo al juicio, Meta ha intentado acercarse a la administración Trump. Zuckerberg fue visto junto a otros CEOs de tecnología durante la inauguración del presidente Trump y, poco después, Meta acordó un pago de $25 millones en un litigio relacionado con la prohibición de las cuentas del expresidente tras la insurrección del 6 de enero. En una declaración reciente, Zuckerberg afirmó que trabajaría con Trump para enfrentar gobiernos que intentan censurar más.

En semanas recientes, Zuckerberg ha instado personalmente a Trump a que retire la demanda de la FTC. El presidente de la agencia ha sugerido que seguiría tal orden, pero el caso sigue programado para el juicio el 14 de abril. En esta fase, el juez evaluará si Meta infringió las leyes antimonopolio, y si su fallo es en contra de la compañía, se llevará a cabo otro juicio para determinar cómo remediar los presuntos daños, que podría incluir desmembrar la empresa.

El elemento central del caso de la FTC es la acusación de que Meta monopolizó ilegalmente el mercado de "servicios de redes sociales personales" mediante adquisiciones anticompetitivas que usó para “neutralizar” a rivales potenciales. En 2021, el juez James Boasberg desestimó la demanda inicial de la FTC contra Facebook, argumentando que el gobierno no presentó pruebas suficientes de poder monopólico, aunque permitió que la FTC pudiera presentar una queja enmendada.

El juicio contará con testimonios de numerosos ejecutivos actuales y anteriores de Meta, así como de testigos de empresas rivales como Snap, TikTok y Pinterest. Un portavoz de Meta declaró que la demanda de la FTC “desafía la realidad”, argumentando que Instagram, Facebook y WhatsApp compiten con plataformas como TikTok, YouTube y otros, y que la acción de la FTC envía un mensaje de que ningún acuerdo es verdaderamente definitivo.

Rebecca Haw Allensworth, profesora de derecho antimonopolio, considera que la demanda de la FTC es una de las más robustas en los últimos cinco años, sustentada en las supuestas intenciones anticompetitivas de Meta al adquirir Instagram y WhatsApp. En particular, mencionó un mensaje de Zuckerberg en 2012 sobre la compra de startups como Instagram, señalando su potencial para ser disruptivas.

Meta enfrenta una batalla crucial para evitar un posible desmembramiento de Instagram o WhatsApp, servicios que son fundamentales para su infraestructura y su crecimiento. Aunque la intención de Zuckerberg al realizar estas adquisiciones no puede ser considerada legalmente para encontrar a Meta culpable de violar leyes antimonopolio, podría servir como un factor adicional si el juez se encuentra indeciso. Por su parte, Meta probablemente buscará atacar la definición del mercado impuesta por el gobierno, que excluye plataformas significativas con las que también compite.

Sin embargo, el gobierno parece contar con una ventaja, dado que fallos recientes han encontrado que empresas tecnológicas poseen monopolios en sus respectivos sectores, lo que podría allanar el camino para decisiones adversas contra las grandes tecnológicas en el futuro.