Cover Image for Capturé imágenes de la pintura más famosa del mundo, utilizando el peor objetivo que he probado.

Capturé imágenes de la pintura más famosa del mundo, utilizando el peor objetivo que he probado.

Sin embargo, resulta ser un buen tapa lentes.

En 2025, la industria de la fotografía da un peculiar giro con un objetivo que simula ser una famosa galleta, construido a partir de piezas reutilizadas. Este accesorio ofrece la apariencia auténtica de las cámaras desechables para cámaras sin espejo, como indican en una web dedicada a su venta. El objetivo, que utiliza un elemento óptico extraído directamente de una cámara desechable, se adapta a los montajes de lentes más populares hoy en día, como Sony, Canon y Fujifilm.

El autor del artículo, intrigado por este diseño único, decidió adquirir uno, aunque no al precio promocional de $39 que se ofrecía en redes sociales, sino por solo £12 (aproximadamente $15) en la plataforma AliExpress. Este costo es sorprendentemente inferior al que se paga hoy por una cámara desechable. Después de dos semanas, recibió lo que considera el peor objetivo que jamás ha utilizado, justo antes de un viaje familiar a París.

Este objetivo tiene una longitud focal de aproximadamente 32 mm, una apertura fija de f/11 y un enfoque infinito, lo que implica que todo lo que esté a más de 1.5 metros debería estar en foco, al menos en teoría. Completamente fabricado de plástico, el objetivo se asemeja más a un capuchón de lente intrincadamente diseñado que a un verdadero objetivo.

Desde un punto de vista objetivo, el rendimiento del objetivo deja mucho que desear; no es nítido, presenta un notable viñeteo y el detalle de las imágenes es pobre, con aberraciones ópticas visibles. Aunque al autor le gustan las lentes vintage con carácter, este objetivo multiplica los defectos hasta un nivel inusitado.

A pesar de su calidad pobre, el autor ha optado por usarlo como sustituto de su capuchón normal. Al ser extremadamente delgado, no presenta inconvenientes para llevarlo siempre en la cámara, permitiendo acceder rápidamente para tomar fotografías. En muchas ocasiones, la calidad de imagen no es lo que realmente importa; en la actualidad, la mayoría de las imágenes se ven en pantallas pequeñas, donde las imperfecciones son menos notorias.

La estética retro, que evoca a las décadas de 1980 y 1990, resulta inquietante para el autor, quien se da cuenta de que tiene impresiones de cámaras desechables que reflejan las mismas características defectuosas que produce este nuevo objetivo. A través de un pequeño ajuste en Lightroom, logra que sus fotos familiares recuerden las impresiones tradicionales de su infancia, lo que le genera nostalgia.

El uso de este objetivo deficiente ha resultado liberador, permitiéndole a él capturar momentos sin preocuparse por configuraciones complejas. Aunque reconoce que existe una opción mejor en el mercado, el objetivo Oreo se ha convertido en una herramienta práctica y asequible en su equipo fotográfico.

El autor concluye que, a pesar de su calidad óptica deficiente, el rendimiento del objetivo le ha enseñado una lección valiosa: trabajar con limitaciones puede estimular la creatividad y permitir mirar el mundo desde una perspectiva diferente. Se cuestiona si la próxima vez que realice un retrato, debería considerar aplicar un enfoque similar utilizando efectos retro.