
SpaceX ha lanzado una nueva nave espacial 'Cygnus XL' hacia la ISS.
Esta nueva versión puede transportar una cantidad de carga significativamente mayor que su predecesora, la nave espacial Cygnus.
El nuevo vehículo espacial Cygnus XL de Northrop Grumman ha sido lanzado con éxito hacia la Estación Espacial Internacional (ISS) como parte de la misión CRS-23. Este lanzamiento se llevó a cabo la noche del domingo desde el Complejo de Lanzamiento 40 (SLC-40) en la Base de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral, Florida. Tras despegar, el cohete Falcon 9 realizó su primer lanzamiento de la misión, y aproximadamente ocho minutos después, el primer estadio del cohete aterrizó en la Zona de Aterrizaje 2 (LZ-2) en Cabo Cañaveral. Este fue el cuarto vuelo para este propulsor en particular, que anteriormente había sido utilizado en misiones como Ax-4, Crew-11 y Starlink.
La Cygnus XL, una versión más grande y mejorada que su predecesora, tiene la capacidad de transportar hasta 11,000 libras (aproximadamente 5,000 kg) de suministros, un 33% más que la versión anterior que podía llevar 8,500 libras (aproximadamente 3,855 kg) de carga. Según Ryan Tinter, vicepresidente de Sistemas Espaciales Civiles de Northrop Grumman, este aumento en la capacidad de carga es crucial para fomentar la ciencia y reducir los costos por kilogramo al intentar atender las necesidades de NASA. La nueva nave espacial tiene una longitud de 25.9 pies (7.89 metros) y, al igual que su predecesora, no puede acoplarse de manera autónoma, sino que será capturada por el brazo robótico Canadarm2 de la estación antes de acoplarse al módulo Unity. El Cygnus XL puede permanecer acoplado en la estación orbital por hasta 200 días antes de regresar a la Tierra, desintegrándose al reingresar a la atmósfera.
Por otro lado, SpaceX ha enfrentado dificultades con el lanzamiento de su cohete Starship, que fue cancelado en dos ocasiones en un corto periodo. Este último intento se hacía desde las instalaciones de Starbase en el sur de Texas. A tan solo 40 segundos de iniciar el lanzamiento, se decidió cancelar debido a condiciones meteorológicas desfavorables relacionadas con una nube de anvil que representaba un riesgo de relámpagos para el cohete. SpaceX había estado buscando asegurar un lanzamiento confiable para el Starship, que es el cohete más grande que ha volado, pero a pesar de los intentos, la misión sigue sin un nuevo calendario de lanzamiento.