
¿No puedes comprar una bicicleta eléctrica? Pídela prestada de forma gratuita en una biblioteca de préstamos.
En Estados Unidos, están surgiendo programas que permiten a las personas alquilar bicicletas eléctricas por unos días. Estas iniciativas son cómodas para todos, además de ofrecer un medio de transporte gratuito para aquellos que no pueden permitirse comprar una bicicleta.
Las bibliotecas de bicicletas eléctricas, como su nombre indica, son espacios donde las personas pueden tomar prestadas bicicletas eléctricas de manera gratuita, a veces por períodos de hasta una semana. Este fenómeno ha ganado popularidad en América, lo que ha llevado a un aumento notable en el número de estas bibliotecas.
Expertos señalan que las bibliotecas de ebikes cumplen objetivos importantes: por un lado, permiten a los posibles compradores experimentar las ventajas de estas bicicletas a través de pruebas en condiciones reales y, por otro, ofrecen acceso a transporte gratuito en comunidades de bajos ingresos. Actualmente, hay alrededor de 50 bibliotecas de ebikes en los Estados Unidos, cifra que casi se ha duplicado desde 2022. Muchas de estas se encuentran en tiendas de bicicletas locales, aunque algunas están asociadas con bibliotecas tradicionales.
Las bicicletas eléctricas han facilitado el ciclismo y lo han hecho más accesible. Su asistencia eléctrica ayuda a sortear colinas, que pueden ser difíciles de escalar con bicicletas convencionales, y simplifican los recorridos diarios y el transporte de niños o compras. Gracias a estas ventajas, la popularidad de las ebikes ha aumentado drásticamente en los últimos años. Un informe del Departamento de Energía de EE. UU. indica que las ventas de ebikes aumentaron cuatro veces de 2018 a 2022, pasando de 287,000 a más de 1.1 millones. Para 2024, se espera que las ventas alcancen aproximadamente 2.05 millones en todo el país.
En una reciente visita a Nueva York, aunque las bicicletas CitiBike tradicionales eran abundantes, las ebikes con asistencia de pedal estaban casi siempre reservadas. A pesar de que los precios de las ebikes han disminuido, siguen representando un obstáculo significativo para muchos. La ebike más asequible y confiable, la Aventon Soltera.2, cuesta alrededor de $1,100, mientras que los modelos con asientos adicionales, como el Lectric XPedition 2.0, rondan los $1,400. Algunas ebikes de gama alta pueden superar los $10,000.
Las bibliotecas de ebikes han contribuido a hacer que el acceso al transporte de pedal sea más equitativo. La manera en que operan varía según la ciudad. Por ejemplo, en Montpelier, Vermont, los usuarios pueden pedir prestadas bicicletas por una semana, mientras que en Brattleboro, otra ciudad de Vermont, se pueden alquilar por seis días. En Elk Grove, California, el préstamo puede extenderse hasta tres semanas.
Una tendencia que se observa en bibliotecas más recientes es la implementación de préstamos a corto plazo, lo que facilita su uso para diligencias o paseos recreativos. El programa Community Pass de Madison, Wisconsin, ha destacado por permitir el uso gratuito de bicicletas eléctricas a través de las bibliotecas de la ciudad, utilizando un sistema que da acceso mediante un fob, a diferencia de otros servicios de alquiler que requieren una cuenta vinculada a una tarjeta de crédito.
Algunas ciudades han enfocado sus bibliotecas de ebikes en zonas de bajos ingresos para ofrecer una alternativa de transporte gratuito a aquellos que podrían tener dificultades para acceder a un programa de bicicletas compartidas o que no tienen un vehículo. Se ha observado que, en lugares como Carlisle, Pennsylvania, estas bibliotecas pueden ayudar a personas en situaciones vulnerables a encontrar empleo o mantenerse activas.
A medida que la popularidad de las ebikes continúa creciendo, el interés por establecer bibliotecas de ebikes también aumenta. Se reciben consultas semanales de municipios interesados en implementar estos servicios, reflejando la demanda de soluciones de transporte equitativas y asequibles. Los beneficios de estas iniciativas abarcan no solo el impacto ambiental y de salud, sino también la satisfacción de las personas al redescubrir el ciclismo y disfrutar de la libertad que brinda.