No te imaginas lo que contienen tus productos de belleza, pero esta app puede informarte.

A lo largo de cinco décadas, ha sido sorprendente observar cuánto han cambiado nuestras interacciones con la comida, las bebidas y los productos de belleza. Durante mi adolescencia, no me cuestionaba lo que introducía en mi cuerpo o aplicaba sobre mi piel. La única preocupación que tenía era, en el futuro, el riesgo de alguna enfermedad cardíaca, sin imaginar que esos productos podrían causarme daños más serios.

En los últimos años, al igual que millones de personas, he estado enfocada en mejorar mi salud, evitando los alimentos ultraprocesados. Ahora, estoy dirigiendo mi atención a otros productos que utilizo regularmente, como champús, acondicionadores, cremas, protectores solares y desodorantes. La llegada de mis hijos me ha llevado a ser más consciente de cómo mis decisiones de compra pueden impactar su futuro, lo que añade una razón personal y significativa a este proceso.

Una de las preguntas que surgió para mí fue: ¿por dónde empiezo? Pasé demasiado tiempo mirando etiquetas, analizando listas de ingredientes y buscando información sobre los que me parecían más preocupantes. Esta experiencia se tornó complicada y frustrante, hasta que descubrí la aplicación Think Dirty, que me ha facilitado enormemente la navegación en este mundo cada vez más complejo.

El uso de Think Dirty comienza al escanear todos los productos en el baño, el dormitorio y el armario de limpieza. La aplicación cuenta con un escáner de códigos de barras, permitiendo registrar rápidamente lo que tengo en casa. Me impresionó la precisión con la que identifica los productos, incluso aquellos en botellas reflectantes o tubos arrugados. Con una base de datos que abarca más de 2.6 millones de productos, es raro que no reconozca alguno. En caso de que un producto no esté en la base, los usuarios pueden agregarlo fácilmente mediante un proceso que consta de un par de pasos.

Este proceso incluye ingresar algunos datos básicos, como el nombre del producto y la marca, tomar fotografías de la parte frontal y trasera del envase, y finalmente añadir los ingredientes. Aunque se pueden introducir manualmente, prefiero usar la herramienta que captura y transcribe la lista de ingredientes a partir de una foto. Es una solución realmente ingeniosa.

Después de escanear o ingresar productos, el siguiente paso consiste en organizarlos en listas. Esto facilita el seguimiento de los productos y la transición hacia elecciones más saludables. La aplicación ofrece listas prediseñadas: 'Mi estante de baño', 'Productos sucios' y 'Productos limpios', además de permitir crear listas personalizadas.

Me gusta esta organización, pero siento que la aplicación podría beneficiarse de una funcionalidad más inteligente que automáticamente clasifique los productos en 'sucios' o 'limpios' basándose en los ingredientes detectados. Dado que la aplicación ya tiene esta información, no debería ser complicado, y permitiría a los usuarios identificar y eliminar productos dañinos con mayor rapidez.

Tras realizar todo este trabajo inicial, llega el momento de decidir qué productos conservar. Opté por deshacerme de los más dañinos y continuar usando los que tenían una composición menos preocupante. Con el tiempo, he logrado transformar gradualmente mi lista de productos, con la esperanza de que mi yo futuro lo agradezca.

Para acceder a la experiencia completa de Think Dirty, se necesita una suscripción premium, disponible por $59.99/£49.99, aunque frecuentemente hay descuentos. Otra opción es un pago único de $99/£167 para acceso vitalicio. Esta versión brinda características adicionales que enriquecen la experiencia de compra, incluyendo listas de productos seguros, herramientas para investigar ingredientes, preferencias personalizadas y productos añadidos por otros usuarios.

La aplicación Think Dirty está disponible para iOS y Android.