
Tres dispositivos fueron útiles en mi viaje de varios días en canoa, pero deseé haber llevado uno más.
Aprovechando la tecnología para optimizar un viaje completamente analógico.
La Semana del Bienestar está enfocada en el uso consciente de la tecnología, promoviendo experiencias de vida plenas en lugar de caer en la trampa del uso excesivo de dispositivos digitales. En un viaje reciente a la despedida de soltero de un amigo, se optó por una emocionante excursión en canoa a lo largo de un río pintoresco. Comenzamos el recorrido canoando 10 millas, siguiendo un mapa de papel, hasta llegar a un campamento local, y al día siguiente continuamos hacia nuestro destino final.
Este tipo de experiencia desconectada era justo lo que necesitaba, y ejemplifica perfectamente lo que representa esta Semana del Bienestar. Aunque la canoa es una actividad totalmente analógica, decidimos llevar algo de tecnología para facilitar nuestra travesía.
El Garmin Epix Pro (Gen 2) se convirtió en un aliado invaluable durante el viaje. A pesar de que su conjunto de características es bastante amplio, el mapa GPX incorporado y la brújula fueron cruciales para verificar nuestra ubicación en relación con el mapa de papel, especialmente cuando la señal era limitada o no quería buscar mi teléfono en el contenedor impermeable. Esto me ayudó a garantizar que no pasáramos por alto nuestro almuerzo, el campamento o el destino final.
Por la noche, mantuve el uso del teléfono al mínimo, ya que la linterna consume mucha batería y no regresaría al coche hasta el día siguiente. El Epix Pro Gen 2 cuenta con una potente linterna LED y una duración de batería de hasta 16 días, que utilicé para encontrar el baño y recoger los restos de nuestra cena asada.
Además, es vital contar con un power bank si dependes del teléfono para comunicarte, especialmente en la naturaleza. Aunque existen muchos modelos de alta calidad, el mío era un dispositivo sencillo que conseguí en un evento. Gracias a un uso inteligente del teléfono, como no utilizar la linterna por la noche y mantenerlo apagado en el contenedor, logré conservar batería para emergencias (que afortunadamente no ocurrieron) e incluso presté mi power bank a amigos que lo necesitaban.
Durante el viaje en canoa, aprovechamos los momentos en las partes más tranquilas del río para unir nuestras embarcaciones con cuerdas y crear una “mega balsa”, donde compartimos bocadillos y disfrutamos de música a través de un altavoz Bluetooth portátil. Normalmente, traigo mi viejo Bose Soundlink Micro, pero en un futuro preferiría un altavoz más robusto y potente. Pure Audio, nuestro patrocinador para la Semana del Bienestar, tiene una interesante línea de altavoces para exteriores que incluyen modelos que funcionan como lámparas LED, lo que sería ideal para acampar.
Lo que no llevé fue una cámara adecuada. El río estaba lleno de vida silvestre, desde martinetes hasta ciervos en las orillas. Aunque estábamos atentos a otters, no conseguimos ver ninguno. En un giro memorable, un pequeño rebaño de vacas pastaba cerca del agua, obligándonos a remar con cautela. Con mi teléfono guardado en el contenedor impermeable, lamenté no tener mi Canon Powershot a mano para capturar toda esa fauna. Para evitar que otros cometan el mismo error, nuestro editor de cámaras ha recomendado un sistema ideal para llevar al aire libre durante el senderismo.