
El Reino Unido enfrenta la sequía más grave en décadas mientras el gobierno sugiere eliminar correos electrónicos y fotos antiguas para conservar valiosos recursos hídricos.
Un período de sequía histórico en Inglaterra ha llevado a la declaración de sequía a nivel nacional.
La sequía en Inglaterra ha sido declarada como una "incidencia nacional" tras experimentar los seis meses más secos desde que se inician los registros en 1976. Ante esta situación, el gobierno del Reino Unido ha instado a la población a emprender una estrategia de conservación del agua que, de forma inusual, incluye la eliminación de correos electrónicos y fotos viejas. Esta recomendación proviene del Grupo Nacional de Sequía, compuesto por agencias gubernamentales, empresas de agua y expertos ambientales.
La propuesta se basa en el efecto que el almacenamiento de datos tiene en los centros de datos, que son responsables de servicios como el alojamiento de correos electrónicos y el almacenamiento en la nube. Estos centros consumen grandes volúmenes de agua para enfriar sus servidores y mantener un rendimiento óptimo. La idea es que al reducir la cantidad de datos almacenados, se podría disminuir la demanda en la capacidad de estos centros, lo que potencialmente ayudaría a bajar el consumo de agua.
Sin embargo, los expertos apuntan que el impacto real de eliminar datos personales es incierto. Aunque es verdad que los centros de datos utilizan importantes cantidades de agua, no existe evidencia clara que demuestre que borrar pequeñas cantidades de datos personales tenga un efecto significativo en sus necesidades de refrigeración.
Críticos de esta sugerencia sostienen que son necesarias modificaciones estructurales, como reducir filtraciones y mejorar la infraestructura hídrica, para conseguir cambios más inmediatos y sustanciales. Actualmente, ya se han implementado prohibiciones de uso de mangueras en partes de Yorkshire y el Sureste, entre otras áreas afectadas. Los embalses de Inglaterra han caído a una capacidad promedio del 67.7%, muy por debajo del estándar, que supera el 80% para inicios de agosto, y algunos están por debajo del 50%. Además, los flujos de los ríos en ciertas zonas han alcanzado niveles históricamente bajos.
Las condiciones de sequía prolongada y las múltiples olas de calor han agravado la situación, afectando la agricultura, la fauna y el suministro público de agua. Las empresas de agua han intensificado las reparaciones de fugas, arreglando más de 800 cada semana, y se están utilizando medidores inteligentes para identificar áreas problemáticas. Las campañas de concienciación pública han fomentado acciones tradicionales de ahorro de agua, como duchas más cortas, reparación de inodoros con fugas y recolección de agua de lluvia para uso en jardines.
La inclusión de la limpieza digital en los mensajes oficiales sobre conservación del agua refleja un reconocimiento más amplio de que el consumo hídrico se relaciona no solo con actividades domésticas e industriales, sino también con la infraestructura que respalda la vida en línea. La creciente demanda de almacenamiento en la nube y la inteligencia artificial generativa ha incrementado la carga sobre los centros de datos, que ya han mostrado un uso medible de agua debido a las tareas de procesamiento de IA.
El impacto que puede tener la eliminación de archivos viejos sobre los recursos hídricos sigue siendo cuestionable. No obstante, Inglaterra se encuentra ante la necesidad urgente de encontrar soluciones a la sequía, y las pequeñas acciones cotidianas, tanto en el hogar como en el ámbito digital, contribuyen a un esfuerzo colectivo para proteger los cada vez más limitados recursos hídricos del país. Helen Wakeham, Directora de Agua en la Agencia de Medio Ambiente, afirma que "decisiones simples, como cerrar un grifo o borrar correos antiguos, también ayudan en el esfuerzo colectivo de reducir la demanda y preservar la salud de nuestros ríos y la fauna".