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El telescopio Webb captura imágenes directas de dos exoplanetas. Descúbrelas ahora.

Descubre este joven sistema estelar alienígena.

Científicos han logrado obtener una imagen clara de un par de exoplanetas inusuales que orbitan una estrella situada a más de 300 años luz de distancia. Este hallazgo se originó en el sistema estelar YSES-1, ubicado en el hemisferio austral. Utilizando el Telescopio Espacial James Webb, fruto de una colaboración entre NASA y sus contrapartes europeas y canadienses, un equipo de astrónomos ha observado por primera vez "nubes de silicatos" en un exoplaneta. Además, han detectado un disco de polvo alrededor de uno de los planetas, un acontecimiento poco frecuente que casi nunca se había presenciado de manera tan clara.

A diferencia de la mayoría de las observaciones de exoplanetas, que se realizan mediante métodos indirectos como la espectroscopía de transmisión, este estudio ha conseguido imágenes directas de YSES-1b y YSES-1c, lo que significa que el telescopio captó la luz emitida por los propios planetas. Estos jóvenes cuerpos celestes aún emiten calor residual de su formación, lo que, junto a su temperatura, tamaño y ubicación, permite a los científicos obtener datos más detallados en el infrarrojo térmico.

Un aspecto destacable del sistema YSES-1 es que, a diferencia de otros planetas que son difíciles de observar, en este caso, se pueden obtener imágenes directas. Según Evert Nasedkin, uno de los investigadores, "lo realmente interesante de este sistema es que, a diferencia de la mayoría de los planetas, ¡realmente podemos tomarles una foto!"

Los dos planetas gigantes gaseosos tienen una masa de entre cinco y quince veces la de Júpiter y orbitan lejos de su estrella, que es similar al sol, pero con solo 16.7 millones de años, es significativamente más joven que nuestra estrella, que tiene 4.6 mil millones de años. YSES-1b se encuentra a una distancia cuatro veces mayor de su estrella en comparación con la que hay entre Plutón y el sol.

Gracias a estas observaciones en el sistema YSES-1, cuyo nombre corresponde a la Encuesta de Exoplanetas de Estrellas Jóvenes (Young Suns Exoplanet Survey), los astrónomos pueden adquirir conocimientos sobre la formación y evolución de planetas y lunas. La captura de imágenes directas de exoplanetas es excepcional, ya que la mayoría de ellos son millones de veces más tenues que las estrellas que orbita.

Los científicos buscan estas imágenes porque hay mucho por aprender al analizarlas. A partir del espectro de un planeta, pueden identificar los gases que componen su atmósfera, observando los colores que son absorbidos por distintas moléculas. En el caso del sistema YSES-1, no solo se identificaron moléculas en las imágenes directas, sino que también se detectaron partículas de nubes y un disco de polvo.

YSES-1c presenta nubes compuestas de granos de roca fina y caliente, a diferencia del vapor de agua que se suele observar en la Tierra; estas nubes son oscuras y probablemente difusas, llenando el cielo con algo similar a un polvo de vidrio. Por su parte, YSES-1b es aún más exótico, ya que lo rodea un disco de polvo circumplanetario que podría ser un lugar de nacimiento para lunas, similar a lo que se observa alrededor de Júpiter. Este polvo se obtiene a temperaturas de entre 400 y 600 grados Fahrenheit.

Este particular disco que rodea a YSES-1b es mucho más antiguo que los encontrados anteriormente en otros exoplanetas no relacionados, lo que plantea la incógnita de qué lo genera o mantiene. Los investigadores han descartado que se trate del material original del disco protoplanetario que rodeaba a la estrella, sugiriendo que podría ser polvo resultado de colisiones entre lunas y otros cuerpos rocosos que quedaron de la formación del planeta.