
La Marina de los EE. UU. está comunicando con mayor firmeza a las startups: 'Nos interesa su participación'
Ejecutivos de Silicon Valley, como los de Palantir, Meta y OpenAI, están acaparando la atención mediática al cambiar sus chalecos de Brunello Cucinelli por prendas del ejército.
En un contexto donde ejecutivos de Silicon Valley como los de Palantir, Meta y OpenAI están siendo noticia por su cambio de vestimenta hacia uniformes de la Reserva del Ejército, también se está produciendo una transformación más silenciosa en la Armada de los EE. UU. Justin Fanelli, el director de tecnología de la Armada, ha dedicado los últimos dos años y medio a reducir la burocracia y agilizar los ciclos de adquisición que en el pasado complicaban la colaboración con startups. Esta iniciativa busca modernizar la forma en que el gobierno invierte su capital, haciéndolo más eficiente.
Fanelli ha mencionado en entrevistas que la Armada está más abierta que nunca a los negocios y asociaciones. Su equipo ha implementado un “kit de adopción de innovación” que se propone facilitar el proceso de llevar tecnología prometedora desde la fase de prototipo hasta la producción, un área conocida como el “Valle de la Muerte”. Este nuevo enfoque transforma un complicado proceso anterior en un modelo más fluido y centrado en las soluciones a problemas concretos, en lugar de imponer respuestas específicas desde el inicio.
Un ejemplo de esta nueva estrategia es la colaboración con Via, una empresa de ciberseguridad de Somerville, Massachusetts. En menos de seis meses, la Armada pasó de una solicitud de propuesta a la implementación de un piloto, demostrando la efectividad del nuevo modelo de trabajo.
El enfoque de la Armada se basa en un modelo denominado “horizonte”, inspirado en el marco de innovación de McKinsey. Las empresas pasan a través de tres fases: evaluación, pilotaje estructurado y escalado a servicios empresariales. A diferencia de los métodos tradicionales, ahora se invitan a las empresas a proponer soluciones a los problemas que enfrenta la Armada, enfatizando que están abiertos a nuevas formas de colaboración.
El impulso de Fanelli por mejorar la tecnología en la Armada tiene un trasfondo personal, ya que su historia como cadete lo llevó a elegir el servicio activo después de ser descalificado para la Fuerza Aérea. Su trayectoria abarca varios roles en defensa, inteligencia y DARPA, antes de regresar a la Armada. Su enfoque ha abierto puertas a empresas que antes no consideraban trabajar con el gobierno.
Uno de los logros destacados son las numerosas respuestas recibidas en un concurso relacionado con ciberseguridad, donde se esperaban solo unas pocas ofertas y se recibieron casi 100, muchas de empresas que previamente no habían colaborado con el Departamento de Defensa. Fanelli también mencionó algunos casos de éxito, como la automatización de procesos que redujo un atraso en facturas de dos años a solo semanas.
En cuanto a las áreas de interés, Fanelli destacó varios temas prioritarios, como la inteligencia artificial (IA), donde la Armada busca avanzar más allá de los casos básicos hacia aplicaciones que optimicen la gestión de personal y el procesamiento de datos. También se busca modernizar sistemas heredados que incluyen infraestructura de control de tráfico aéreo y sistemas abordo de embarcaciones.
Aunque no se brindaron detalles específicos sobre el presupuesto, Fanelli indicó que se asignan porcentajes bajos a tecnologías emergentes en comparación con contratistas tradicionales de defensa, con la expectativa de que esta distribución cambie a medida que la IA avance.
Uno de los mayores desafíos identificados en la adopción de nuevas tecnologías es la rigidez de los ciclos presupuestarios de la Armada, lo que puede dificultar la financiación de soluciones que no sustituyan a los sistemas existentes de inmediato. Fanelli también comentó sobre cómo las políticas de la administración actual están alineadas con los objetivos de resiliencia de la Armada, especialmente en lo que respecta a la fabricación nacional y la reducción de dependencias en cadenas de suministro.
El enfoque de la Armada se presenta como una alternativa viable a los mercados comerciales tradicionales, y se ha percibido un aumento en el interés por parte de los inversores y empresas de Silicon Valley. La disposición de la Armada para colaborar se destaca como un cambio positivo en un sector que históricamente ha sido escéptico respecto a los contratos gubernamentales.