Las protestas contra Musk representan un riesgo oficial para los negocios de Tesla.

Las protestas contra Elon Musk y Tesla han aumentado a nivel mundial, motivadas por la participación del CEO en la administración de Trump. Este incremento en la oposición ha llevado a que estas manifestaciones sean reconocidas como un "factor de riesgo" oficial en los documentos que la compañía debe presentar ante los reguladores federales.

El nuevo texto, presentado ante la Comisión de Valores y Bolsa, refleja que el descontento en torno a Musk ha alcanzado un punto en el que los abogados de Tesla sienten la necesidad de advertir a los inversores sobre el posible daño a la marca y al negocio. Aunque los factores de riesgo suelen ser amplios y cautelosos, la inclusión de este nuevo lenguaje indica la relevancia de ciertos problemas para una empresa como Tesla y, en particular, para su equipo legal.

Históricamente, Tesla ha informado a los inversores sobre un factor de riesgo que señala que los "productos, negocios, resultados de operaciones, y los comentarios y acciones de Tesla y su gestión están sujetos a un importante volumen de comentarios de diversas partes externas". Este factor advertía que dicha crítica, a veces exagerada o infundada, podría "perjudicar nuestro negocio y dificultar la recaudación de fondos adicionales si fuera necesario". Sin embargo, este lenguaje fue modificado recientemente.

Tesla actualizó esta sección añadiendo que la crítica ha provocado protestas, algunas de las cuales han escalado hasta la violencia dirigida hacia sus operaciones, productos y personal. Además, los abogados de la empresa ampliaron el alcance de lo que podría estar en riesgo, considerando que las percepciones negativas derivadas de las protestas, junto con la crítica general hacia la compañía, podrían "dañar nuestra marca y nuestro negocio (incluyendo ventas) y hacer más complicado conseguir fondos adicionales si fuese necesario".

Pese a la implicación de Tesla en la nueva redacción, no existe evidencia conocida que vincule las protestas globales con actos aislados de vandalismo contra sus concesionarios y estaciones de Supercargadores. De hecho, Musk afirmó recientemente que los manifestantes son "pagados", sin presentar pruebas que respalden su afirmación.

Ya se había evidenciado que las acciones de Musk podrían estar afectando a Tesla, aunque no era claro hasta qué punto las protestas estaban causando daño. Los resultados financieros publicados recientemente mostraron una notable caída en los ingresos y beneficios automotrices año tras año, sugiriendo que las protestas estaban teniendo algún impacto. Durante la llamada de ganancias, Musk y otros ejecutivos de Tesla reconocieron el "impacto negativo" que las protestas estaban generando. El documento presentado a la SEC confirma en cierto modo la importancia de las protestas, lo suficiente como para que los abogados de Tesla tuvieran que mencionarlas por escrito.

Un portavoz de Tesla Takedown, grupo que ha organizado protestas en diferentes ciudades del mundo, celebró esta inclusión en los factores de riesgo de la empresa, afirmando que "no podríamos pedir un mejor respaldo a nuestro movimiento que el hecho de que Tesla nos haya nombrado oficialmente como un factor de riesgo. Cuando la verdad se convierte en una amenaza, sabes que estás causando impacto".