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Los nuevos teléfonos de Samsung reflejan el avance que tiene China en innovación.

Al igual que en el sector de los vehículos eléctricos, la inversión de China en smartphones está obligando a las grandes marcas a tratar de ponerse al día. Las actualizaciones continuas ya no son suficientes: China está enfocándose en el desarrollo de la próxima gran novedad.

Samsung reveló recientemente sus nuevos teléfonos plegables de alta gama, el Galaxy Z Fold7 y el Galaxy Z Flip7, durante su evento Summer Galaxy Unpacked. Estos dispositivos son más ligeros, delgados y menos propensos a marcar pliegues en comparación con sus predecesores, aunque también llegan con un precio más elevado. Algunos expertos los consideran como los “plegables a vencer”.

Sin embargo, esta presentación ha generado comparaciones con lanzamientos de años anteriores y ha dejado una sensación de déjà vu, ya que la evolución de estos dispositivos no parece tan sobresaliente al lado de los avances que están logrando competidores chinos, lo que sugiere que Samsung podría estar quedándose atrás en un sector donde se le presume liderazgo. Esta percepción podría tener implicaciones significativas para los consumidores a largo plazo, ya que algunos argumentan que China está dominando el mercado de la tecnología de consumo.

El evento se asemejó a la situación actual en el sector de los vehículos eléctricos. En el reciente salón del automóvil de Shanghái, se destacó cómo las marcas chinas mostraron innovaciones y escalas que superan a las de las marcas occidentales. Compañías chinas como BYD están comenzando a expandirse en mercados como el Reino Unido y Europa, y su impulso hacia el exterior parece ser cada vez más fuerte.

La narrativa de que la tecnología diseñada en China es de baja calidad y que Japón, Corea del Sur y el Occidente son los verdaderos innovadores ha cambiado. Ahora, la inversión temprana de China en la movilidad eléctrica evidencia un cambio en la percepción del ingenio tecnológico nacional, y el futuro apunta a que esto es solo el comienzo.

Refiriéndonos a los teléfonos plegables, la reciente introducción del Honor Magic V5 por parte de una marca china fue solo una semana antes del lanzamiento del Galaxy Z Fold7, y logró alcanzar el hito de los 9 mm de grosor. Este tipo de competencia revela cómo las marcas chinas han logrado avances significativos en tecnologías innovadoras.

En 2025, Oppo presentó el Find N5, un dispositivo plegable que comparte características con el Galaxy Z Fold7, pero que también incluye soporte para un stylus y una batería de mayor capacidad, lo que le otorga ventajas notables frente a sus competidores de Samsung. A su vez, Huawei lanzó el Mate XT, un teléfono plegable de diseño trifold que ofrece una experiencia excepcional, lo que dejó a muchos esperando más de Samsung.

La falta de innovación audaz por parte de Samsung contrasta con la disposición de los fabricantes chinos para experimentar y lanzar productos avanzados, lo que refleja un cambio en los intereses del consumidor chino, que ahora busca dispositivos únicos y avanzados.

A pesar del evidente interés en la tecnología plegable, en mercados como el estadounidense y el europeo, la adopción sigue siendo baja. Las marcas chinas han sabido adaptarse y evolucionar rápidamente frente a una competencia más estancada en Occidente. Esto pone de manifiesto cómo las estrategias de innovación y las políticas de apoyo del gobierno chino han sido cruciales en el crecimiento de sus marcas.

La batalla por la supremacía tecnológica está lejos de concluir. La capacidad de las empresas chinas de innovar y mejorar continuamente podría posicionarlas favorablemente en el mercado global, mientras que la respuesta del resto del mundo es aún incierta. Con la expectativa de que Apple también explore el mercado de teléfonos plegables, las marcas chinas se preparan para competir, en un entorno donde el progreso tecnológico parece estar en una transición significativa.