
El jefe de búsqueda advierte que las modificaciones propuestas por el DOJ a Google podrían "socavar profundamente la confianza de los usuarios".
Al compartir las búsquedas de los usuarios con competidores, esto podría comprometer su seguridad, según su declaración.
La propuesta del gobierno para obligar a Google a compartir su información de búsqueda con sus competidores podría "debilitar profundamente la confianza de los usuarios", según testificó Elizabeth Reid, responsable de la búsqueda en Google. El Departamento de Justicia ha sugerido que se le exija a Google distribuir sus señales de clasificación y otros datos de búsqueda entre sus rivales, argumentando que esto nivelaría el campo de juego y pondría fin al monopolio de búsqueda de Google. Sin embargo, Reid advirtió que la exportación de estos datos podría afectar la percepción de los usuarios sobre la privacidad de sus búsquedas, además de crear un incentivo para que los hackers ataquen a los competidores más pequeños.
Reid explicó que "una vez que se entrega a un competidor calificado, no hay más protecciones que podamos ofrecer". Afirmó que las empresas nuevas suelen no ser un objetivo debido a su tamaño, pero que, al recibir una gran cantidad de datos, podrían convertirse en blancos atractivos para los ataques cibernéticos. Google está en contra de estas amplias propuestas del DOJ, que también incluyen la venta de su navegador Chrome, y están abogando por modificaciones más limitadas en sus contratos de distribución de búsqueda.
Las declaraciones de Reid siguen a las de otros ejecutivos de la compañía, incluido el CEO Sundar Pichai, quien expresó que las propuestas gubernamentales podrían cambiar drásticamente Google y la web en general. El DOJ sostiene que estas medidas son necesarias para restaurar la competencia en el mercado de búsqueda y argumenta que Google está exagerando las consecuencias de estas acciones.
Reid enfatizó que ceder información que alimenta el motor de búsqueda de Google no solo convertiría a sus competidores en objetivos de hacks, sino que también podría socavar la confianza en los productos de Google y en la búsqueda en general. Muchas personas utilizan Google para hacer preguntas que podrían no sentirse cómodas planteando a un amigo. Si los usuarios comienzan a preocuparse por la posibilidad de que sus datos sean compartidos, podrían decidir dejar de usar Google o buscar en ciertas categorías.
Durante el caso del DOJ, un experto en privacidad declaró que la información de búsqueda podría compartirse de forma segura con ciertas protecciones. Reid coincidió con el testimonio de Pichai, advirtiendo que las propuestas de intercambio de datos podrían facilitar que rivales o spammers "ingeniaren" sus sistemas, lo que permitiría que spam o desinformación aparecieran en los resultados de Google. Luchar contra estos actores problemáticos siempre es un "juego del gato y el ratón", pero las nuevas medidas propuestas complicarían considerablemente esta lucha.
Reid también argumentó que los recursos de ingeniería necesarios para cumplir con las demandas del gobierno desviarían a los talentos hacia trabajos aburridos de cumplimiento en lugar de enfocarse en la innovación. Indicó que más del 20 % del equipo de ingeniería de búsqueda tendría que concentrarse en el cumplimiento, ya que las exigencias son extensas e invasivas. Además, mantener las herramientas necesarias para distribuir toda la información que el DOJ desea compartir con los rivales ralentizaría la capacidad de Google para lanzar características que mejoren la experiencia de búsqueda de los usuarios. "Es simplemente una cantidad increíble de trabajo porque estos módulos están en constante cambio", concluyó Reid.