Tall Tales es una crítica a la inteligencia artificial, ¿por qué entonces se cree que fue creada por IA?

Durante tres décadas, el artista multidisciplinario Jonathan Zawada ha explorado diversas formas de arte, incluyendo esculturas, pinturas, videos e instalaciones. Además, ha trabajado en visualizaciones junto a su amigo Mark Pritchard, productor musical y músico experimental. La relación entre ambos se fortaleció y se comunicaban casi a diario. Sin embargo, todo cambió cuando Pritchard le presentó un nuevo y desafiante proyecto: un álbum colaborativo con Thom Yorke, vocalista de Radiohead. "Soy un gran fan, y me parece una persona algo aterradora", confiesa Zawada. A pesar de sentirse intimidad, pronto descubrió que Yorke era un excelente colaborador. "Es muy perspicaz, claro y conciso... sí, estuve muy nervioso gran parte del tiempo".

Antes de que el álbum, titulado Tall Tales, se completara, Zawada ya estaba trabajando en la parte visual. Las canciones llegaban a su bandeja de entrada, a menudo en forma de bocetos o demos, y él respondía con imágenes o comenzaba un pizarra colaborativa. Las inspiraciones surgían espontáneamente tras escuchar la música, mencionando a pintores holandeses como Pieter Bruegel y Hieronymus Bosch en varias ocasiones. Tras cinco años de trabajo, el álbum ya está disponible y la "experiencia visual" que lo acompaña se proyecta en salas selectas.

En Tall Tales, se puede detectar la influencia de Bruegel y Bosch, pero reinterpretada de manera moderna y surrealista. El filme presenta un carnaval de monstruos inquietantes en paisajes deslumbrantes y coloridos. Incluye interludios de metraje real, que añaden una capa de desestabilización al espectador, mostrando drones y cámaras de vigilancia sobre vastas obras de construcción y el funcionamiento de la industria del transporte global. Aunque el filme aborda las pesadillas de la vida contemporánea, también presenta momentos de humor, con personajes distorsionados de CGI bailando al ritmo de electrónica punzante.

Zawada investiga constantemente el límite entre lo artificial y lo humano, reflexionando sobre las implicaciones éticas y estéticas de la tecnología. Por ello, se sintió especialmente herido cuando uno de los primeros videos de Tall Tales fue lanzado y comenzaron las acusaciones de que se había creado con inteligencia artificial. A pesar de que Zawada evita leer los comentarios, Pritchard sí lo hace y se sintió dolido al enterarse de que se creía que el video de "Gangsters" había sido generado por IA, cuando en realidad no fue así.

Quizás fue la estética de Zawada, que presenta una versión distorsionada de las influencias de CGI, lo que suscitó estas sospechas. La manera más sencilla de identificar una imagen generada por IA suele ser contar dedos; sin embargo, una criatura con un número excesivo de dedos encajaría en el universo de Tall Tales. "Si se ve como algo que no es real ahora, la gente piensa que es IA", señala Zawada.

El artista comprende la alergia de los fanáticos hacia cualquier cosa que huela a IA. En un sector musical que ha visto una drástica disminución de ingresos viables para los artistas, los debates sobre inteligencia artificial, creatividad y trabajo se vuelven intensos con facilidad. Como muchos artistas, Zawada ya tenía preocupaciones sobre la IA. Si bien no está en contra de su uso en ciertos contextos, lo hace a través de instalaciones locales de modelos públicamente disponibles, en lugar de herramientas como Midjourney o Dall-E. Sin embargo, sus inquietudes sobre la IA son más existenciales, y se remontan a antes de esta conversación. Se cuestiona si alguien querrá seguir haciendo arte en un mundo saturado de contenido. Recuerda un tiempo anterior a internet y a las redes sociales, cuando crear arte significaba componer una canción para captar la atención de los demás.

Una de las imágenes más memorables del álbum acompaña la canción "A Fake in a Faker's World", en la que una fila interminable de brazos mecánicos pinta un paisaje en constante cambio, representando sutilmente a robots creando arte. Con el tiempo, la escena corta a un rostro humano que se funde en una gama de colores, antes de regresar a los pintores robóticos, que ahora flotan en un caleidoscopio de máquinas reproduciendo la misma imagen de manera infinita. Temáticamente, Tall Tales es un enigma, pero empezó como una reflexión de Zawada sobre las falsificaciones. A él le pareció más interesante el arte generado por IA en sus primeras etapas, cuando producía imágenes insólitas. En un entorno digital donde la copia es sencilla y constante, es posible que pronto nos sentamos atraídos hacia lo claramente falso.

El álbum Tall Tales ya está disponible y su película se proyecta en diversas salas alrededor del mundo.