
Las discográficas acusan al generador de IA Suno de haber copiado sus canciones de YouTube.
Las discográficas han intensificado su demanda contra Suno, acusando a la startup de inteligencia artificial de haber utilizado canciones de YouTube de manera ilegal para entrenar sus modelos generativos.
La disputa legal entre las grandes discográficas y la startup de inteligencia artificial Suno ha tenido un nuevo giro tras la presentación de una queja enmendada el 19 de septiembre. La Asociación de la Industria de Grabación de América (RIAA) ha acusado a Suno de utilizar prácticas ilegales para conseguir canciones de YouTube, que luego serían usadas para entrenar sus modelos de música generativa. La requerida acción legal sostiene que Suno ha estado “stream ripping”, un proceso que implica convertir contenido de plataformas de streaming en archivos descargables, y eludir así las medidas de protección que evitan copias no autorizadas.
La queja señala que Suno utilizó código para acceder, extraer, copiar y descargar obras protegidas por derechos de autor de grandes discográficas como Universal, Sony y Warner, violando las condiciones de servicio de YouTube al eludir su sistema de cifrado. Según se argumenta, esta maniobra ha permitido a Suno llevar a cabo infracciones masivas y continuas, lo que contraviene las disposiciones del Acta de Derechos de Autor de Milenio Digital (DMCA, por sus siglas en inglés).
El artículo 1201 del DMCA establece que "ninguna persona debe eludir una medida tecnológica que controle efectivamente el acceso a una obra protegida". Este principio se ha aplicado de maneras diversas en los últimos años, desde el desbloqueo de teléfonos hasta la reparación de máquinas de helados, pero la demanda en curso se enfoca en proteger la propiedad intelectual frente a intentos de piratería. Aunque existe un mecanismo en el artículo 1201 que permite excepciones en ciertas circunstancias, actualmente no hay excepciones establecidas para el entrenamiento de herramientas de inteligencia artificial.
Suno no ha hecho públicos sus conjuntos de datos de entrenamiento y ha sido impreciso sobre la forma en que obtuvo dicha información. La startup defiende su uso de materiales protegidos bajo el argumento de que se ampara en la doctrina de uso justo, aunque este argumento ha sido reforzado por al menos un fallo judicial, no hay un consenso legal claro al respecto. La queja enmendada busca refutar este argumento al señalar una investigación de un grupo editorial que sugiere que Suno obtuvo sus datos de entrenamiento de forma ilegal, eludiendo la tecnología de cifrado de YouTube. Este aspecto se vuelve particularmente relevante en el contexto del reciente acuerdo de $1.5 mil millones de Anthropic relacionado con la piratería de libros, aunque dicho caso se encuentra actualmente en espera.
En resumen, la queja contra Suno afirma que la empresa ha alimentado sus modelos de inteligencia artificial con "décadas de las grabaciones sonoras más populares del mundo", sin la autorización correspondiente de las discográficas. Como resultado, la RIAA está demandando daños legales de $2,500 por cada acto de elusión, y hasta $150,000 por cada obra infringida.