
Proxima Fusion se une al grupo de competidores nucleares con una financiación de €130 millones en su ronda Serie A.
La fusión nuclear comercial aún no se ha materializado. Sin embargo, las inversiones de capital de riesgo están llegando a nuevas empresas que aseguran ofrecer una energía limpia, segura y prácticamente inagotable.
La fusión nuclear comercial aún no se ha concretado como una realidad, pero un creciente flujo de capital de riesgo está respaldando startups que prometen que esta forma de energía limpia, segura y prácticamente ilimitada se encuentra a la vuelta de la esquina. La mayoría de las empresas de fusión que han obtenido más de 100 millones de dólares están situadas en Estados Unidos. Sin embargo, Proxima Fusion, una startup alemana, ha conseguido recientemente 130 millones de euros (aproximadamente 148 millones de dólares) en su ronda de financiamiento Serie A, liderada por Balderton Capital y Cherry Ventures. Con esto, el monto total de financiamiento público y privado de Proxima supera los 185 millones de euros (200 millones de dólares), lo que la posiciona como uno de los principales contendientes de Europa en esta carrera por encontrar una alternativa a la fisión, sin depender de materiales fisibles como el uranio, que son utilizados en los reactores nucleares actuales.
La ambición de alcanzar esta meta no solo tiene que ver con el prestigio científico, sino que está estrechamente ligada a la seguridad energética. El CEO y cofundador de Proxima, Francesco Sciortino, anticipa que “en los inicios de los años 2030, veremos gigantes de fusión en cada bloque geopolítico”. Hasta ahora, Proxima no contaba con los recursos suficientes para convertirse en dicho gigante; su ronda inicial de abril de 2024 fue de solo 20 millones de euros (21.7 millones de dólares). Desde entonces, la empresa ha publicado sus planes para una planta de energía de fusión funcional en una revista revisada por pares. Este documento defiende el uso de "stellarators", un tipo de reactor que utiliza campos magnéticos para concentrar plasma caliente en un anillo, lo que permite que la fusión ocurra. A diferencia de los tokamaks, que son su principal alternativa, los anillos retorcidos de los stellarators no requieren una corriente de plasma, lo que les proporciona mayor estabilidad. Basándose en su cercanía al mayor stellarator del mundo, el Wendelstein 7-X de Alemania, Proxima desarrolló su propio diseño conocido como Stellaris, un notable avance que se detalla en la publicación.
El nuevo financiamiento refleja, en parte, el logro de este avance en la mitad del tiempo que se había proyectado a los inversores, según explicó Sciortino. La ronda, que tuvo una demanda inferior a la oferta, permitió a la empresa seleccionar a sus socios. “Ahora tenemos los socios adecuados, no solo para esta etapa, sino también para financiarnos en la siguiente." Ambos fondos que co-lideraron la ronda tienen la posibilidad de seguir invirtiendo. Balderton recaudó 1.3 mil millones de dólares en 2024 para su Fondo de Etapa Temprana IX y su Fondo de Crecimiento II, mientras que Cherry finalizó su último fondo en 500 millones de dólares en febrero de 2025, que se destinará a etapas iniciales y a posteriores rondas de Series B y más allá.
Sciortino estima que necesitarán capital de riesgo como categoría de inversión "para llevar [a Proxima] hasta 2031, más o menos". Después de esa fecha, la empresa prevé buscar otras formas de capital, pero antes tendrá que asegurar fondos para alcanzar hitos importantes, incluyendo una crítica demostración de hardware programada para 2027. Según su perspectiva, el financiamiento se ha hecho posible porque existe un entendimiento de que “este no es un camino infinitamente largo para nuestros inversores actuales.” Aunque los inversores pueden no estar completamente convencidos de que la fusión ocurrirá en ese marco temporal, están dispuestos a arriesgarse. Ian Hogarth, un socio del fondo Plural, ha invertido tres veces en Proxima y la considera una "gran oportunidad". Un futuro de fusión nuclear resulta particularmente atractivo para Europa. "Proxima representa una oportunidad para descarbonizar y proporcionar una base estable para todas las necesidades energéticas del mundo, y para que Europa juegue un papel de liderazgo global en la transición energética", comentó Hogarth.
La estructura de propiedad de Proxima es notablemente europea, con la participación de fondos como Bayern Kapital, Club degli Investitori, DeepTech & Climate Fonds (DTCF), Elaia, HTGF, Leitmotif, Lightspeed, OMNES Capital y UVC Partners. "Consideramos que Proxima es profundamente europea y no solo alemana", afirmó Sciortino. La compañía tiene su sede y laboratorio en Múnich, desde donde se separó del Instituto Max Planck de Física de Plasmas (IPP), y cuenta también con equipos en el Instituto Paul Scherrer de Suiza y en el Centro Culham de Energía de Fusión, el laboratorio nacional del Reino Unido para la investigación de la fusión. Sciortino, quien tiene un trasfondo en física, es de origen italiano, pero ha trabajado en investigación de fusión en el Reino Unido, Suiza y luego en el MIT en Estados Unidos. Hay varias razones por las que decidió regresar a Europa, pero una de ellas refleja un sentimiento común entre los inversores: “Soy un europeo bastante orgulloso, y siempre he querido pensar que hay un futuro en este continente que alguien tiene que construir.”