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OpenAI y la FDA están en conversaciones sobre la aplicación de la inteligencia artificial en la evaluación de medicamentos.

Empleados de alto nivel de OpenAI se han reunido en varias ocasiones con la FDA en las últimas semanas para tratar temas relacionados con la inteligencia artificial y un proyecto denominado cderGPT.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) ha estado en diálogo con OpenAI para explorar el uso de inteligencia artificial en la agilización de sus procesos de aprobación de medicamentos, según fuentes cercanas a las reuniones. Este esfuerzo forma parte de una iniciativa más amplia en la FDA para incorporar tecnología que acelere el tiempo necesario para que nuevos fármacos lleguen al mercado. El comisionado de la FDA, Marty Makary, expresó sus inquietudes en una plataforma social, cuestionando la larga duración de más de diez años que generalmente acompaña la aprobación de nuevas terapias. Recientemente, la FDA llevó a cabo su primera revisión científica asistida por inteligencia artificial, lo que representa solo el inicio de esta transformación.

Makary hizo estas declaraciones tras un encuentro anual de la Asociación Americana de Hospitales, donde destacó el potencial de la inteligencia artificial para facilitar la aprobación de tratamientos novedosos, específicamente para diabetes y algunos tipos de cáncer. Aunque no se mencionó explícitamente la colaboración con OpenAI, se sabe que un pequeño grupo de esta empresa ha tenido varias reuniones con la FDA y ciertos asociados de Elon Musk en las últimas semanas. Durante estas reuniones, se discutió un proyecto denominado cderGPT, que se relaciona con el Centro para la Evaluación de Medicamentos, el cual regula medicamentos de venta libre y recetados en Estados Unidos.

Jeremy Walsh, quien ha sido designado como el primer oficial de inteligencia artificial de la FDA, está liderando estas conversaciones, aunque aún no se ha firmado ningún contrato. Walsh también se ha reunido con Peter Bowman-Davis, un estudiante de Yale que actúa como jefe interino de inteligencia artificial en el Departamento de Salud y Servicios Humanos, para evaluar las aspiraciones de la FDA en materia de inteligencia artificial.

Un excomisionado de la FDA, Robert Califf, mencionó que los equipos de revisión de la agencia han estado utilizando inteligencia artificial durante varios años. Califf indicó que sería interesante conocer en detalle qué partes del proceso de revisión fueron asistidas por inteligencia artificial y qué implica eso en la práctica. Afirmó que siempre ha existido un interés por reducir los tiempos de revisión y un consenso general sobre que la inteligencia artificial podría ser un aliado en ese objetivo.

Sin embargo, el uso de inteligencia artificial para asistir en las revisiones finales de medicamentos solamente podría acelerar una pequeña porción de un proceso de desarrollo de medicamentos que, en su mayoría, resulta en fracasos antes de alcanzar la revisión de la FDA. Rafael Rosengarten, CEO de Genialis, una empresa de oncología de precisión, apoya la automatización de ciertas tareas en el proceso de revisión de medicamentos, pero aboga por directrices políticas sobre el tipo de datos utilizados para entrenar modelos de inteligencia artificial y los estándares de rendimiento aceptables.

El proceso de revisión actual de la FDA toma aproximadamente un año, aunque existen mecanismos que permiten acelerar este plazo para medicamentos prometedores, como las designaciones de "vía rápida" y "terapia innovadora". Un portavoz de la industria, Andrew Powaleny, enfatizó la importancia de garantizar que los medicamentos se revisen de manera oportuna y con eficacia para satisfacer las necesidades de los pacientes, destacando que el uso de inteligencia artificial en este contexto debe manejarse con cuidado, priorizando la seguridad de los pacientes.

La FDA también está realizando investigaciones sobre aplicaciones potenciales de inteligencia artificial, habiendo anunciado en diciembre de 2023 una beca para un investigador que desarrolle modelos de lenguaje grandes para uso interno. Además, OpenAI ha introducido ChatGPT Gov, una versión autoalojada de su chatbot diseñada para cumplir con las normativas gubernamentales, y está trabajando para obtener acreditaciones de cumplimiento que le permitirían manejar datos sensibles del gobierno.