"‘Ahora somos los medios’: la influencia de los fanáticos de Elon Musk en los robotaxis de Tesla"

A lo largo de los años, Tesla ha construido parte de su reputación mediante la realización de eventos grandiosos para generar expectativas auténticas sobre sus próximas novedades. Sin embargo, el lanzamiento del robotaxi en Austin, Texas, la semana pasada no fue uno de esos eventos.

La cobertura del lanzamiento estuvo dominada por un grupo selecto de influencers de Tesla y fanáticos incondicionales de Elon Musk, muchos de los cuales apoyan abiertamente la visión del CEO. Los periodistas y bloggers tecnológicos que habían podido ser más críticos con la tecnología no solo fueron excluidos, sino que además fueron objeto de burlas por parte de los seguidores de Tesla al intentar hacer preguntas simples sobre el servicio. Tanto en Austin como en línea, los fanáticos de Tesla parecían seguir el ejemplo de Musk, quien ha fomentado durante años una cultura de resentimiento hacia los medios críticos.

Uno de los influencers más destacados, conocido como Zack en X, comentó que fue abordado en varias ocasiones por un periodista de Reuters, a quien decidió ignorar. Esa publicación, que acumuló más de 2,000 "me gusta", recibió respuestas favorables de otros usuarios, quienes afirmaron que la publicación y otros medios tradicionales "pueden irse al diablo". Otra persona añadió que dejaría de seguir cualquier cuenta que respondiera a miembros de los medios.

“Lo mejor sería añadir una precondición y pedirles que se disculpen en cámara por todas las mentiras y ataques contra Elon y Tesla primero”, escribió el usuario Tesla Insights. Este sentimiento resonó en diversas publicaciones en X y YouTube que cubrían el lanzamiento. Kim Java, una influencer de Tesla con 258,000 suscriptores en YouTube, mencionó que había sido contactada por varios medios importantes para hablar sobre su experiencia, pero declinó para poder "controlar su propia narrativa".

La frase "ahora somos los medios" apareció repetidamente en publicaciones y respuestas relacionadas con el lanzamiento del robotaxi. Este tipo de medios alternativos están recibiendo el mismo acceso exclusivo que critican en las publicaciones más tradicionales. Los expertos sugieren que el resultado de esta dinámica adversarial es un lanzamiento que se siente más como una prueba beta que como una demostración tecnológica transparente, amplificada por influencers que promueven el material de marketing de Tesla. Gran parte de esta cobertura se desarrolla en pequeños círculos de retroalimentación en X y YouTube, donde las audiencias ya han formado opiniones sobre la relevancia del robotaxi.

Joan Donovan, profesora de la Universidad de Boston y autora de Meme Wars, describe el lanzamiento reciente como un claro ejemplo de lo que ella denomina "propaganda corporativa". Según Donovan, el impulso en torno a los robotaxis tiene como objetivo recuperar la reputación de Tesla. Ed Niedermeyer, autor de Ludicrous: The Unvarnished Story of Tesla Motors, también comparte esta percepción, comparando a los influencers con un “coro griego” que busca fortalecer la imagen del robotaxi. Un usuario en el foro de Reddit r/SelfDrivingCars observó que dicho foro estaba "inundado con propaganda y desinformación de apologistas de Tesla" tras el lanzamiento.

Tesla ha tenido una relación tensa con los medios desde hace años y disolvió su equipo de relaciones públicas en 2020, evitando responder preguntas de los reporteros. Con la adquisición de Twitter en 2022, Musk ha inclinado aún más el terreno al prohibir cuentas críticas. Sin embargo, la empresa ha cultivado una base de seguidores leales que, según Donovan, son comparables a los primeros entusiastas de Apple, dispuestos a acusar a los medios de tener prejuicios en contra de Musk y Tesla.

El entusiasmo que alguna vez fue orgánico ha disminuido en parte debido a varias demostraciones decepcionantes, como la del evento "We robot" el año pasado, que generó dudas sobre las promesas de autonomía de la compañía. Los seguidores actuales tienden a ser fieles y aliñados con los éxitos de Tesla, ya que muchos comparten códigos de referencia que se pueden canjear por recompensas.

Los fieles seguidores de Tesla, quienes pueden acceder a eventos exclusivos como el del robotaxi, tienen un incentivo aún más directo para promover una imagen favorable de la compañía. Sin embargo, operar en una burbuja informativa tiene sus límites; para que la visión de Musk sobre millones de Teslas autónomos circulando por las calles se haga realidad, Tesla necesitará abrirse al público en general, incluidos sus detractores, lo que podría exponer errores que incluso los influencers luchan por ocultar.