
Monster Train 2 sigue en camino con una secuela segura pero desafiante.
Monster Train 2 no presenta grandes diferencias con respecto a su antecesor, pero introduce nuevos retos.
Monster Train 2 se presenta como una continuación que mantiene muchas de las características de su antecesor, Monster Train, un juego roguelike de cartas donde los jugadores luchan contra monstruos en un tren de tres niveles, defendiendo su pira en lo alto mientras se enfrentan a ángeles malignos. Sin embargo, la secuela da un giro a la narrativa al unir ángeles y demonios en su intento por recuperar el Cielo de los titanes corruptos. Ambos títulos comparten un diseño de estilo artístico similar y una jugabilidad casi idéntica, aunque Monster Train 2 introduce diferencias sutiles que lo hacen técnicamente distinto.
La pregunta que surge es cuántas variaciones se pueden implementar antes de que un juego pueda considerarse como una evolución. En este sentido, mientras que el primer juego destacó por su estilo artístico y narrativa minimalista, la secuela ofrece gráficos más nítidos y coloridos. A pesar de esto, los escenarios celestiales carecen de la singularidad que presentaban los niveles del inframundo. La mayor parte del tiempo se pasa en las cuatro cámaras del tren, que lucen de manera similar a la primera entrega, lo que hace que la experiencia de juego resulte familiar.
Uno de los desafíos de crear un juego que es esencialmente una repetición del anterior radica en que aquellos que disfrutaron del primer título ya poseen un conocimiento previo que puede facilitar su victoria. El equipo responsable de Monster Train 2 se dio cuenta de esto y ha diseñado el juego teniendo en mente a estos jugadores. La narrativa se desarrolla a partir de los eventos del juego anterior, con solo una breve pausa para contextualizar la historia. Además, se han incluido efectos de batalla más complejos que enriquecen la mecánica del juego.
Por ejemplo, en lugar de "púas", que causan daño fijo a cualquier unidad que ataque, el nuevo concepto de "pyregel" se adhiere al enemigo y aumenta el daño infligido. Esto facilita los primeros niveles de la secuela. También se introducen cartas de sala y equipamiento que proporcionan bonificaciones en las luchas. Sin embargo, se ha incrementado la dificultad para equilibrar las nuevas mecánicas, lo que crea un desafío mayor en comparación con el primer título; incluso el nivel tutorial requiere una construcción de mazo cuidadosa.
A pesar de las mayores dificultades, es posible que una partida comience mal y aún así se logre una victoria. A diferencia de otros juegos del género, como Slay the Spire, no hay un descenso inevitable una vez que se enfrenta a un nivel difícil. Si se logra superar una batalla, incluso con poca salud, hay posibilidades de éxito en la siguiente.
Las carreras de desafío, que presentan restricciones y bonificaciones predefinidas, aportan una experiencia de juego más intencionadamente compleja. La experiencia de desbloquear artefactos y progresar en el juego hace que las derrotas sean menos frustrantes. Tras aproximadamente 15 horas de juego, se notó una variedad mucho mayor en las partidas, gracias a la cantidad de clanes y cartas desbloqueadas.
Monster Train 2 está diseñado no solo para aquellos que disfrutaron del primer juego, sino para los que buscan alargar el periodo de "descubrimiento" dentro del juego, el momento en que se comprende el funcionamiento antes de conseguir la primera victoria. La similitud entre ambos títulos plantea una pregunta existencial: si se mantienen tantas cosas iguales, ¿por qué crear una secuela y no un contenido descargable? Otros títulos similares como Slay the Spire 2 y Hades 2 también abordan esta cuestión. La función de una secuela es ser similar a su predecesor, pero con suficientes diferencias como para justificar su existencia. Monster Train 2 opta por ofrecer una versión más pulida del original con mayor contenido para que los aficionados exploren.
Este intercambio entre memorabilidad y la captación momentánea es una decisión característica del desarrollo de juegos. No obstante, al igual que con el primer juego, los recuerdos de aquellas horas enfrentando titanes empiezan a desvanecerse.