
Meta avanza en el reconocimiento facial para sus gafas de inteligencia artificial.
¿Están las grandes empresas tecnológicas priorizando la vigilancia en lugar de la privacidad?
La privacidad se está viendo cada vez más comprometida a favor de la tecnología de vigilancia, y un claro ejemplo de ello son las nuevas gafas inteligentes de Meta, conocidas con los nombres en clave Aperol y Bellini. Estas gafas cuentan con tecnología de reconocimiento facial, después de que la compañía decidiera inicialmente eliminar esta característica por razones éticas en la primera generación de sus gafas Ray-Ban Meta AI. Sin embargo, un reciente informe sugiere que, con un nuevo enfoque más favorable hacia los negocios por parte de la Comisión Federal de Comercio bajo la administración de Trump, Meta ha decidido reanudar sus planes para la próxima generación de estos dispositivos.
El informe también menciona un cambio en las políticas de privacidad de Meta que podría indicar una nueva dirección para la compañía. Actualmente, la funcionalidad del reconocimiento facial se integrará como parte de una característica de IA en vivo que mantendrá sus cámaras y sensores activos, registrando lo que el usuario encuentra a lo largo del día. Este sistema será opcional para el usuario, aunque se está considerando un indicador que avise a los demás cuando esta función esté activa. Hasta ahora, las gafas solo cuentan con una luz que indica cuando se están tomando fotos o videos.
Aunque la función de IA en vivo ya está disponible, solo puede utilizarse durante aproximadamente 30 minutos debido a las limitaciones de la batería. Sin embargo, se están realizando esfuerzos para extender este tiempo considerablemente mientras se incorpora el reconocimiento facial. Esta evolución de Meta es solo un ejemplo de cómo las empresas tecnológicas están aprovechando el auge de la inteligencia artificial para recolectar y procesar datos más detallados de sus usuarios.
Otros actores en el sector también están en la carrera por obtener datos valiosos. Por ejemplo, el CEO de Perplexity comunicó recientemente que están desarrollando un navegador que recopilará información más personalizada sobre los usuarios. Por su parte, OpenAI está explorando el desarrollo de una red social para competir con Meta AI y Grok de xAI. Mientras tanto, la organización sin fines de lucro World, respaldada por Sam Altman, ha presentado un dispositivo móvil de verificación humana diseñado para escanear los ojos de las personas y distinguir a los humanos de la IA.
La información personal de los usuarios es extremadamente valiosa para las empresas de publicidad, pero también puede ser utilizada para mejorar modelos de inteligencia artificial, dado que los expertos señalan que las compañías están agotando los datos de entrenamiento disponibles. A medida que estas empresas compiten por recolectar el mayor volumen posible de información, se vislumbra una tendencia preocupante: la privacidad está cediendo ante la vigilancia.