Intel abandona importantes puestos de desarrollo en Linux durante recortes laborales, lo que deja a las estaciones de trabajo móviles y laptops para desarrolladores expuestas a la falta de atención en controladores y al deterioro del software.
Los despidos en Intel afectan el soporte del núcleo de Linux.
La reciente reestructuración en Intel ha provocado cambios significativos en su participación en el desarrollo del núcleo de Linux, dejando varios controladores de la compañía sin el soporte técnico necesario. En la lista de correo del núcleo de Linux se ha señalado que varios controladores desarrollados por Intel han sido catalogados como huérfanos, tras la salida de ingenieros clave.
Uno de los controladores afectados es el Intel WWAN IOSM, utilizado con determinados módems M.2 y presente en algunos Chromebooks. Este controlador ya no cuenta con un mantenedor tras la marcha de M. Chetan Kumar. Asimismo, el controlador Intel PTP DFL ToD, encargado de las funciones de tiempo en tarjetas FPGA, también ha quedado sin apoyo tras la salida de Tianfei Zhang. Otro caso es el del controlador de Ethernet RDMA de Intel, que ha perdido a Mustafa Ismail como mantenedor, dejando a un solo ingeniero de Intel a cargo de este.
Las modificaciones no se limitan a estos ejemplos, ya que el controlador Keem Bay DRM y el código de sondeo del núcleo, anteriormente bajo la supervisión de Anil S Keshavamurthy, así como el controlador T7XX 5G WWAN, también han perdido a sus mantenedores. Estos cambios forman parte de una reestructuración mayor en Intel, que ha reducido más de 12,000 puestos de trabajo en 2025.
El retiro de Intel de segmentos de hardware específicos, como la producción de módems y WWAN, ha influido en la decisión de descontinuar el mantenimiento de ciertos controladores relacionados. Sin la llegada de nuevos mantenedores, es probable que los controladores afectados se vuelvan obsoletos a medida que el sistema operativo Linux evoluciona. Esto podría provocar problemas de rendimiento y compatibilidad para el hardware en uso, incluyendo laptops diseñadas para programación y estaciones de trabajo móviles.
Sin actualizaciones oficiales, los propietarios de estos dispositivos pueden verse obligados a depender de parches creados por la comunidad o de controladores completamente nuevos para mantener la operatividad de sus equipos. Históricamente, la comunidad de Linux ha intervenido para mantener el código huérfano, logrando en ocasiones soluciones que igualan o superan el trabajo del proveedor original. Sin embargo, los controladores complejos, especialmente aquellos que involucran herramientas de depuración o redes de alto rendimiento, presentan mayores desafíos de soporte sin la perspectiva de los ingenieros originales.
A pesar de que Intel sigue contribuyendo al núcleo de Linux, su menor presencia en ciertas áreas plantea interrogantes sobre el soporte a largo plazo para su hardware. La capacidad de los desarrolladores de la comunidad para reemplazar a los mantenedores perdidos será crucial para el funcionamiento continuo de estos sistemas basados en Intel.
