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Las emisiones de carbono de Google han vuelto a aumentar.

Las emisiones de los centros de datos de Google experimentaron una reducción.

La reciente evaluación del impacto ambiental de Google ha revelado un aumento preocupante en sus emisiones de carbono, en un contexto donde la compañía sigue avanzando en el desarrollo de inteligencia artificial. Según su informe de sostenibilidad para 2025, las "emisiones basadas en ambiciones" de Google se incrementaron en un 11% el año pasado, alcanzando las 11.5 millones de toneladas métricas de CO2. Esta cifra representa un aumento del 51% en comparación con 2019, lo que aleja a Google de su meta de reducir a la mitad sus emisiones para 2030 basándose en el mismo año de referencia.

Cabe destacar que las emisiones mencionadas como "basadas en ambiciones" excluyen ciertos tipos de contaminación generada por la cadena de suministro que la empresa considera fuera de su control o "periférica" a su negocio principal. Esto incluye emisiones de bienes y servicios adquiridos, así como programas alimentarios. En la parte anexa del informe se indica que las emisiones totales de la empresa alcanzaron 15,185,200 toneladas métricas de CO2, lo cual es comparable a la producción de casi 40 plantas de energía de gas durante un año.

A pesar de este panorama, Google reporta una reducción del 12% en las emisiones de carbono generadas por sus centros de datos. Sin embargo, el uso de energía en estos centros sigue en aumento debido a la demanda impulsada por la inteligencia artificial, y las emisiones aún son considerablemente más altas en comparación con 2019.

El informe también menciona diversos factores externos que complican el cumplimiento de los objetivos climáticos de la empresa. Estos incluyen la "rápida evolución de la IA", que puede dificultar la previsión de las necesidades energéticas y las trayectorias de emisiones futuras. Google también destaca la variabilidad en políticas relacionadas con el clima y la energía, el lento avance en la adopción de tecnologías energéticas sin carbono y la falta de soluciones energéticas libres de carbono en ciertos mercados. Google sugiere que estos factores externos pueden influir en los costos, la viabilidad y los plazos de su progreso, lo que requiere adaptabilidad.

El aumento del uso de energía provocado por la inteligencia artificial no es exclusivo de Google; otras compañías como Microsoft y Meta también están viendo un incremento en su consumo energético relacionado. Se prevé que la tecnología de IA consuma más energía que Bitcoin hacia finales de este año. A pesar de que empresas como DeepSeek están trabajando en modelos más eficientes en términos de energía, esto no frena a compañías como Meta en su construcción de grandes centros de datos alimentados por gas en lugares como Luisiana. Además, el expresidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que promueve el uso del carbón para alimentar los centros de datos de IA.