
Google está probando una aplicación de codificación de estado de ánimo llamada Opal.
Google está probando una nueva herramienta de codificación de estilos llamada Opal, la cual está disponible en Estados Unidos a través de Google Labs. Esta herramienta permite a los usuarios crear rápidamente aplicaciones web con solo unos pocos comandos.
En los últimos meses, las herramientas de codificación impulsadas por inteligencia artificial han ganado una gran popularidad, convirtiéndose en un foco de atención para casi todas las grandes empresas tecnológicas, que ya las están utilizando o desarrollando sus propias versiones. Startups como Lovable y Cursor se encuentran en el centro de esta tendencia, con numerosos compradores e inversores interesados en asociarse con ellas.
Recientemente, Google se ha sumado a esta ola al probar su nueva herramienta de "vibe-coding" llamada Opal. Esta herramienta está disponible para usuarios en Estados Unidos a través de Google Labs, un espacio dedicado a experimentar con nuevas tecnologías.
Opal permite a los usuarios crear mini aplicaciones web mediante descripciones en texto, además de ofrecer la posibilidad de modificar aplicaciones existentes que se encuentran en una galería. El proceso es sencillo; el usuario proporciona una descripción de la aplicación que quiere desarrollar, y la herramienta utiliza diversos modelos de Google para llevarla a cabo. Una vez que la aplicación esté lista, se puede acceder a un panel de edición donde se visualiza el flujo de trabajo de entrada, salida y generación de pasos. Los usuarios pueden hacer clic en cada paso del flujo para revisar y editar los mensajes que guían el proceso, y también tienen la opción de añadir manualmente pasos desde la barra de herramientas de Opal.
Además, Opal permite publicar la nueva aplicación en la web y compartir el enlace para que otros la prueben utilizando sus propias cuentas de Google. Aunque el estudio de IA de Google ya ofrece herramientas para que los desarrolladores construyan aplicaciones mediante comandos, la interfaz visual de Opal sugiere que la empresa busca atraer a un público más amplio. Google se une así a competidores como Canva, Figma y Replit, que están desarrollando herramientas para facilitar la creación de prototipos de aplicaciones a personas sin conocimientos en programación.