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"Suena como una versión escocesa de HAL."
Scotrail ha decidido sustituir la voz humana que solía anunciar las estaciones y otro tipo de información en los trenes de Escocia por una voz artificial llamada Iona. Esta decisión ha generado un descontento considerable entre los pasajeros, quienes han expresado su desaprobación en línea, comparando la nueva voz con una versión escocesa de HAL de "2001: Una odisea del espacio".
La tecnología detrás de Iona es desarrollada por la empresa sueca ReadSpeaker, la cual permite que los conductores de tren ingresen anuncios que luego son pronunciados por la voz robótica. Sin embargo, esta innovación ha sido objeto de controversia, especialmente por parte de Gayanne Potter, una actriz de voz que sostiene que su voz fue utilizada sin su consentimiento. Potter trabajó anteriormente con ReadSpeaker y afirma que se le aseguró que su voz solo sería utilizada para software de accesibilidad y e-learning.
Tras reconocer su voz en la nueva IA, Potter expresó: "Es mi voz, estoy absolutamente segura de que es mi voz". La actriz ha estado en un conflicto con ReadSpeaker durante los últimos dos años por la manera en que se ha utilizado su trabajo.
En respuesta a la indignación generada por la introducción de la voz IA, Scotrail hizo un comentario en una red social, sugiriendo que los usuarios deberían darle tiempo para acostumbrarse a la nueva voz. Mientras tanto, ReadSpeaker ha indicado que ha tratado adecuadamente las preocupaciones de Potter a través de su representante legal en diversas ocasiones.
Este caso pone en relieve la creciente preocupación sobre los derechos de los creadores en el contexto de la tecnología de IA y hasta qué punto las voces humanas podrían ser replicadas o utilizadas sin el debido respeto a sus derechos. Potter finalizó su declaración señalando que competir con una versión robótica de sí misma pone a muchos en la industria creativa en una difícil situación.