
AirLoom, respaldada por Bill Gates, inicia la construcción de su primera planta de energía.
La energía eólica se enfrenta a ciertos obstáculos, aunque no son los que impulsan sus turbinas. Recientemente, el presidente Trump ha tomado la decisión de iniciar una guerra contra el sector.
La energía eólica enfrenta ciertos desafíos, no relacionados con el viento que mueve sus turbinas. Recientemente, el presidente Trump ha decidido oponerse a esta tecnología, añadiendo una complicación adicional a un sector que ya se enfrenta a aumentos en los costos. Según un informe de Lazard, la energía eólica terrestre alcanzó un costo de 61 dólares por megavatio-hora el año pasado, rompiendo una tendencia a la baja que duró una década. Neal Rickner, CEO de la startup AirLoom Energy, reconoció que hay varios obstáculos, pero también cree que su empresa, al adoptar un enfoque diferente, podría salir beneficiada si logra superar los próximos cinco años. “Los precios de 60 dólares por megavatio-hora ya están causando molestias”, comentó. “Nuestras previsiones muestran que podemos alcanzar ese costo con un sistema único. Si somos competitivos en costos con un volumen inicial muy bajo, eso indicará hacia dónde podemos dirigirnos. Pensamos disruptivamente bajo, incluso sin subsidios”.
Lo que distingue a las turbinas de AirLoom de las convencionales, que suelen parecer juguetes futuristas con largas aspas, es su diseño innovador: en lugar de tres aspas largas, utiliza un número variable de aspas más cortas, que se montan en un cable a lo largo de una pista ovalada cuya longitud puede ajustarse. La altura total del sistema es de aproximadamente 18 metros, considerablemente más baja que la media de las turbinas actuales. Para demostrar su capacidad de generar tanta potencia como las turbinas altas, AirLoom comenzó la construcción de su sitio piloto al noroeste de Laramie, Wyoming.
“El diseño está todo en la simulación. Ahora tenemos que construirlo”, dijo Rickner. El sistema piloto generará alrededor de 150 kilovatios de electricidad, utilizando los mismos componentes que se emplearían en una instalación de mayor escala. La única diferencia es que la pista del piloto será más corta, similar en dimensiones a una pista de atletismo de secundaria. Los futuros sistemas de 3 megavatios contarán con tramos de 500 metros. Además, el espacio entre las pistas se podrá utilizar para instalar paneles solares o para la agricultura tradicional, dado que las aspas están diseñadas para permitir el paso fácil de maquinaria agrícola.
Rickner mencionó que AirLoom planea implementar su primer sistema a escala comercial entre 2027 y 2028, un par de años más tarde de lo que se había previsto inicialmente. Este primer sitio podría ubicarse en un centro de datos o en una base militar. La compañía ha tenido como objetivo a las fuerzas armadas como un cliente potencial, lo cual no resulta sorprendente considerando la experiencia de Rickner como piloto de F/A-18 en el Cuerpo de Marines de EE. UU. Recientemente, AirLoom también ha estado en conversaciones con desarrolladores de centros de datos, muchos de los cuales han tenido dificultades para asegurar turbinas eólicas antes de 2030. “Lo que estamos demostrando es que podemos desplegar un sistema en 2027 o 2028. Será un sistema en etapa inicial, pero puedo ofrecerles esos sistemas más tempranamente. Y para 2030, podré estar en mi tercera iteración del sistema AirLoom”, afirmó Rickner, lo que parece haber captado el interés de varios desarrolladores.