
Adidas confirma el robo de datos de clientes en un preocupante ciberataque.
Adidas se convierte en el último gran minorista que sufre un ataque.
Adidas ha confirmado que ha sido víctima de un ciberataque, lo que ha puesto en riesgo la información de sus clientes. La brecha de seguridad se produjo tras el acceso no autorizado a datos de un proveedor de servicios al cliente. La información comprometida incluye principalmente datos de contacto de aquellos usuarios que se pusieron en contacto con el servicio de atención de Adidas. No se han visto involucradas contraseñas, datos de tarjetas de crédito ni ningún otro tipo de información de pago.
La empresa ha anunciado que está llevando a cabo el proceso de notificación a los consumidores potencialmente afectados, así como a las autoridades correspondientes en materia de protección de datos y a las fuerzas del orden, conforme a la legislación vigente. Adidas ha expresado su compromiso con la protección de la privacidad y seguridad de sus clientes, lamentando cualquier inconveniente o preocupación que esta situación pueda haber causado.
En lo que va del año, se han registrado numerosos ciberataques de alto perfil en el sector retail. Recientemente, la lujosa tienda por departamentos Harrods se convirtió en la última víctima, después de que marcas como Marks and Spencer y el supermercado Co-op también sufrieran ataques, algunos de los cuales obligaron a las empresas a desactivar sus sistemas para protegerse, aunque no hay conexión oficial entre estos incidentes.
Las marcas británicas no son las únicas afectadas; la firma de moda Dior también fue atacada, con filtraciones de datos de clientes. Ante la posibilidad de que los datos sean accedidos por delincuentes cibernéticos o partes no autorizadas, se aconseja a los clientes que mantengan una vigilancia activa sobre sus cuentas, ya que enfrentan el riesgo de robo de identidad o fraude.
Spencer Starkey, vicepresidente ejecutivo de EMEA en SonicWall, advierte que este aumento en los ataques se debe a una combinación de factores, como la rápida digitalización de las industrias, la creciente dependencia de sistemas de terceros y la aparición de grupos de ciberdelincuentes organizados y motivados financieramente. En el sector retail, las estructuras digitales extensas, la infraestructura obsoleta y las defensas cibernéticas fragmentadas crean puntos de entrada fáciles para los atacantes. Además, estos actores utilizan técnicas de ingeniería social cada vez más sofisticadas y aprovechan las vulnerabilidades basadas en la identidad, tal como se vio en los recientes ataques a Marks & Spencer y a la Agencia de Asistencia Legal.