
Un rover de la NASA ha descubierto algo en Marte que había escapado a los orbitadores.
¿Qué sucedió con la atmósfera antigua del Planeta Rojo?
Un rover de NASA que está realizando una recolección de muestras de roca en Marte ha descubierto un mineral abundante que no era visible desde los orbitadores que estudian el planeta rojo desde el espacio. Los científicos sugieren que el hallazgo de la siderita, un tipo de carbonato de hierro, podría ser evidencia crucial que respalde la teoría de que Marte alguna vez tuvo una atmósfera rica en dióxido de carbono, lo que habría permitido un entorno lo suficientemente cálido como para mantener océanos, lagos y ríos.
El rover Curiosity, que funciona como un laboratorio de tamaño comparable al de un automóvil y equipado con seis ruedas, realizó un análisis químico de cuatro muestras de roca perforadas en diferentes elevaciones del Monte Sharp, ubicado en el cráter Gale. De estas, tres mostraron cantidades significativas de siderita. La cuarta muestra, que no tenía rastros destacados de siderita, contenía otros minerales ricos en hierro que se pueden formar cuando la siderita se descompone.
La siderita es conocida por formarse en la Tierra bajo condiciones químicas específicas que involucran agua, hierro y dióxido de carbono. El estudio reciente sugiere que la corteza marciana podría almacenar más carbono del que se pensaba anteriormente. Supuestos hallazgos de carbonatos similares en otras regiones ricas en sulfatos podrían representar un tesoro oculto de la antigua atmósfera de Marte.
Benjamin Tutolo, autor principal del estudio, comentó que el descubrimiento de siderita abundante en el cráter Gale es un avance tanto sorprendente como importante para entender la evolución geológica y atmosférica de Marte. Este resulta contribuye a la creciente evidencia de que el Marte antiguo poseía las condiciones químicas y ambientales adecuadas no solo para tener agua líquida, sino también para retener y reciclar carbono en la atmósfera, elementos que podrían indicar la habitabilidad pasada del planeta.
La comunidad científica ha mantenido durante mucho tiempo la teoría de que Marte alguna vez tuvo agua en su superficie. Sin embargo, para que esto fuera posible, el planeta también debía haber tenido una atmósfera más cálida, con mayor presión de aire. Esto ha llevado a suponer que, aunque la atmósfera de Marte es extremadamente delgada hoy en día, debió haber sido gruesa y rica en dióxido de carbono en el pasado. Se teoriza que los volcanes pudieron haber liberado grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera; con el tiempo, parte de ese gas se escapó al espacio, pero suficiente pudo haber quedado para respaldar la existencia de lagos y ríos.
Durante las últimas tres décadas, investigadores han encontrado evidencia significativa de que el agua fluyó por el antiguo Marte. Sin embargo, hasta ahora faltaba una pieza clave en el rompecabezas de la atmósfera en el registro rocoso: el dióxido de carbono en el aire y el agua sin duda habría reaccionado con las rocas para crear varios minerales carbonatados.
En un sitio marciano apodado Ubajara, el rover Curiosity ha descubierto la siderita, un mineral carbonatado de hierro que podría ayudar a resolver el misterio sobre cómo el planeta perdió su atmósfera más densa. Tras perforar menos de 5 centímetros bajo la superficie, Curiosity utilizó su instrumento CheMin para realizar análisis de difracción de rayos X en las muestras de roca y suelo. La presencia de siderita sugiere que estas rocas probablemente se formaron en aguas tranquilas, como en lechos de lagos, y no a partir de volcanes o lava. En la Tierra, la siderita tiende a formarse en lagos poco profundos y pantanos.
El rover también detectó sulfatos, que son minerales que se forman cuando el agua se evapora. Los geólogos obtienen pistas sobre el pasado de un planeta a partir del orden en que se formaron los minerales. El hecho de que la siderita haya aparecido primero en la secuencia sugiere que los antiguos lagos marcianos se fueron secando gradualmente, dejando estos otros minerales. La muestra que no contenía siderita pero sí presentaba evidencias de los productos de su descomposición apoya la idea de que el ciclo del carbono en Marte solía ser activo pero se descompensó con el tiempo.
Thomas Bristow, científico investigador de NASA y coautor del estudio, afirmó que perforar a través de la superficie estratificada de Marte es como leer un libro de historia. "Apenas unos centímetros abajo nos proporcionan una buena idea de los minerales que se formaron en o cerca de la superficie hace aproximadamente 3.5 mil millones de años". Si se encontraran carbonatos similares en otras capas ricas en sulfatos en Marte, podrían contener grandes cantidades de carbono, posiblemente equivalentes o superiores al dióxido de carbono en la atmósfera actual del planeta. Futuras observaciones podrían confirmar estos hallazgos y esclarecer cómo ha cambiado el planeta a medida que perdió su atmósfera.