
Windows en Arm frente a Intel: ¿Cuál es la plataforma de laptops adecuada para ti?
Las laptops con Windows en Arm han mostrado nuevos registros en rendimiento y duración de batería. Sin embargo, existen situaciones en las que solo un equipo con procesador Intel puede ser la solución.
En poco más de un año, el panorama de las laptops con Windows ha experimentado un cambio significativo con la introducción de modelos que funcionan con procesadores Qualcomm Snapdragon, dejando atrás los chips de Intel y AMD. Este movimiento puede compararse con la transición que realizó Apple con su línea de Mac, pero en este caso, múltiples marcas están respaldando a Microsoft en esta iniciativa. El proyecto principal, denominado Windows on Arm, ha lanzado varios productos competitivos en los últimos meses.
Entre mis opciones favoritas se encuentran el delgado Asus ZenBook A14 y la Dell XPS 13, ambos impulsados por Snapdragon. Se espera que surjan más opciones en un futuro cercano. La idea fundamental detrás de estas máquinas es ofrecer un rendimiento eficiente, con un énfasis especial en la inteligencia artificial, y una duración prolongada de la batería, todo en un diseño ligero y estilizado. De hecho, algunos dispositivos que he probado incluso superan al popular MacBook Air en cuanto a la duración de la batería, alcanzando varios días de uso.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿pueden realmente competir con las laptops tradicionales basadas en x86, especialmente ahora que la última generación de chips de Intel también ha adoptado el distintivo Copilot+ para un rendimiento de alto nivel?
Uno de los mayores interrogantes para los usuarios es compatibilidad de aplicaciones. Los programas diseñados para PCs con Intel funcionarán en laptops Windows on Arm, aunque el rendimiento puede variar. Si los desarrolladores han creado una versión específica para Arm, mejor aún. En caso contrario, se puede instalar la versión para x86 de la aplicación y ejecutarla en un dispositivo con Snapdragon. Microsoft ha desarrollado una capa de emulación, conocida como Prism, que permite que las aplicaciones x86 se ejecuten, aunque con una ligera reducción en el rendimiento. Esta tecnología traduce el código x86-64 a instrucciones ARM64, facilitando así la ejecución de programas originalmente concebidos para arquitecturas x86. Apple manejó esta situación con su emulador Rosetta 2 durante su transición de Intel a sus procesadores de la serie M.
Respecto a la reducción de rendimiento que puede conllevar la emulación, es posible que no te encuentres con mayores inconvenientes. Microsoft informa que el 87% del tiempo de uso de los usuarios de PCs con Copilot+ se destina a software que ahora se desarrolla nativamente para Windows on Arm. Esta situación se ha beneficiado con la actualización de Windows 11 24H2, que ha optimizado Prism.
Windows on Arm resulta una opción ideal si tus necesidades primordiales incluyen un inicio rápido, un diseño ligero, un rendimiento productivo confiable y una duración fantástica de la batería que respalde un día completo de uso. Durante mis pruebas, noté que estas máquinas ofrecen un buen rendimiento, especialmente para tareas de oficina y navegación web. Aplicaciones de gestión de tareas como Asana o Trello funcionan sin problemas, así como la suite de Office. También, aplicaciones creativas como Adobe InDesign, Photoshop y Premiere Pro operan adecuadamente sin contratiempos significativos.
Sin embargo, el rendimiento gráfico y la escalabilidad son puntos débiles. En mi experiencia, Windows on Arm no representó una limitación significativa para mis tareas cotidianas, que abarcan navegación, gestión de proyectos y edición básica de medios. Esto sería similar para la mayoría de los usuarios empresariales y estudiantes, salvo que se necesite software especializado.
El emulador tiene sus limitaciones, y la experiencia no siempre es satisfactoria para todos los usuarios. Los juegos representan un área problemática; Microsoft advierte que los controladores para hardware y juegos solo funcionarán si están diseñados para PCs con Windows 11 en arquitectura Arm. Además, programas que requieren controladores personalizados enfrentarán dificultades. Muchos juegos que dependen de software anti-trampa no podrán ejecutarse.
En la actualidad, existen solo tres procesadores Windows on Arm en el mercado: Snapdragon X Elite, X Plus y X. Este último es bastante limitado y ofrece mensajes de "procesador no soportado" para una gran cantidad de juegos en Xbox Game Pass. Las capacidades gráficas son el principal factor que limita el rendimiento en juegos AAA, y si planeas usar software CAD o realizar edición de video en alta resolución, necesitarás una combinación de procesador potente y una buena tarjeta gráfica, así como suficiente RAM y almacenamiento interno.
Los laptops diseñados para videojuegos y estaciones de trabajo móviles con procesadores de grado "Pro", como la serie HP Zbook, seguirán siendo opciones preferidas para profesionales creativos. En resumen, si buscas escalabilidad y flexibilidad, lo mejor es considerar alternativas a Windows on Arm.
Un aspecto considerado también es su precio; los laptops con Windows on Arm encuentran dificultades para bajar de la barrera de los 700 dólares, lo que elimina a un gran número de posibles compradores. Por un costo considerablemente menor, alrededor de 450 dólares, se pueden encontrar laptops competentes con procesadores Intel y AMD que manejan cargas de trabajo ligeras con facilidad. Por lo tanto, si tu prioridad es la asequibilidad y la versatilidad del hardware, es recomendable explorar las opciones ofrecidas por la arquitectura Intel dentro del ecosistema de laptops con Windows.