
Cómo aprovechar los créditos fiscales por energía limpia antes de que desaparezcan.
Quedan solo unas pocas semanas para aprovechar los programas federales que facilitan la compra de vehículos eléctricos, bombas de calor o paneles solares.
La reciente ley firmada por el expresidente Donald Trump el 4 de julio promete causar cambios significativos en numerosos aspectos de la vida estadounidense, incluido el ámbito de la política climática. Este nuevo marco legislativo, apoyado mayormente por los republicanos, no solo obstaculiza los esfuerzos del país para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también podría afectar económicamente a los consumidores.
Desde una perspectiva ambiental, las revisiones más relevantes de la ley impactan a industrias como la energía renovable, en lugar de a los individuos. Sin embargo, los contribuyentes que desean descarbonizar sus hogares sentirán las repercusiones. La Ley de Reducción de la Inflación de 2022 (IRA por sus siglas en inglés), que ofreció créditos fiscales para compras amigables con el clima, desde bombas de calor hasta paneles solares, ha visto su plazo reducido, que ahora se limita a unos pocos meses.
Según Lowell Ungar, director de política federal de American Council for an Energy-Efficient Economy, esta nueva legislación eliminará gran parte de la ayuda disponible para los consumidores. En su primer año, la reducción fiscal para mejoras en el hogar benefició a 2 millones de personas.
A pesar de la situación, se destaca que los miles de millones de dólares que la IRA destinó a programas estatales de eficiencia y reembolso para electrificación no se verán afectados por esta ley, y gran parte de esos fondos seguirán disponibles más allá de las limitaciones federales. No obstante, Ungar advierte que los créditos fiscales aún podrían significar un ahorro significativo para quienes realicen inversiones ahora.
Los interesados en aprovechar estas oportunidades deben estar atentos, ya que se aproxima la fecha límite para algunos créditos. Por ejemplo, quienes compren un vehículo eléctrico nuevo que cumpla con los requisitos de fabricación nacional podrán acceder a un crédito fiscal de hasta $7,500, pero esto será válido solo hasta el 30 de septiembre. Después de esta fecha, ya no habrá créditos disponibles, lo que encarecerá los vehículos eléctricos y complicará el acceso para las familias de ingresos bajos y moderados. Existen límites de ingresos para beneficiarse de estos créditos, permitiendo que aquellos hogares con ingresos inferiores a $300,000 accedan a créditos para vehículos nuevos y hasta $150,000 para usados.
Igualmente, el crédito fiscal para la instalación de un cargador de vehículos eléctricos de hasta $1,000 estará disponible hasta junio del próximo año.
Por otro lado, los que deseen realizar mejoras en sus hogares tienen plazo hasta el 31 de diciembre para aprovechar el crédito de mejora energética para el hogar, que otorga hasta $2,000 para sistemas calificados. Es importante tener presente que estos créditos reducen la carga impositiva, pero no se devuelven como reembolsos; es decir, se necesita tener una obligación tributaria para beneficiarse.
Finalmente, el más valioso incentivo de la IRA, el Crédito Residencial de Energía Limpia, que cubre el 30% de las instalaciones de energía limpia, incluyendo paneles solares, desaparecerá al finalizar el año. Este crédito, que podría representar un ahorro de aproximadamente $8,500, ofrece tiempo limitado para realizar gastos hasta el fin de año, aunque la instalación puede no ser inmediata. Aun así, se aconseja consultar a un profesional tributario para confirmar cualquier cambio relacionado con estos créditos y considerar que, incluso sin ellos, las inversiones en mejoras energéticas seguirán generando ahorros a largo plazo.