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Por qué invertir en startups de inteligencia artificial en fase de crecimiento se está volviendo más arriesgado y complejo.

Las startups de inteligencia artificial están alcanzando su etapa de crecimiento de manera más rápida. Esto presenta una perspectiva emocionante, pero también implica riesgos, ya que los inversores podrían invertir millones en una empresa solo para ver cómo es desplazada en unos pocos meses.

El panorama de inversión en startups de inteligencia artificial (IA) está generando tanto entusiasmo como inquietud. Empresas consolidadas como OpenAI, Microsoft y Google están acelerando sus capacidades para adquirir muchas de las ofertas de compañías más pequeñas. Al mismo tiempo, nuevas startups están alcanzando la etapa de crecimiento más rápidamente de lo que se había visto en el pasado. Sin embargo, la definición de "etapa de crecimiento" en las startups de IA no es tan clara en la actualidad.

Jill Chase, socia de CapitalG, comentó durante una sesión en TechCrunch AI Sessions que ha observado un aumento en el número de empresas que, a pesar de tener apenas un año de existencia, ya han alcanzado decenas de millones en ingresos recurrentes anuales y valoraciones superiores a los $1,000 millones. Aunque estas compañías pueden considerarse maduras debido a su valoración y generación de ingresos, frecuentemente carecen de parte de la infraestructura necesaria en términos de seguridad, contratación y liderazgo.

Chase expresó que este fenómeno es, por un lado, muy emocionante, ya que refleja una nueva tendencia de crecimiento rápido. Sin embargo, también genera cierta incertidumbre, ya que se plantea la pregunta de si vale la pena invertir en una compañía que no existía hace apenas 12 meses. También señaló que es difícil saber quiénes están en proceso de crear un emprendimiento que en el lapso de un año podría superar al que se está considerando invertir actualmente.

Para navegar por estas complejidades, Chase subrayó la importancia de que los inversionistas tengan confianza en el sector y en la capacidad del fundador para adaptarse rápidamente y prever cambios en el mercado. Mencionó a Cursor, un startup de codificación en IA, como un buen ejemplo de una empresa que supo aprovechar oportunamente un caso de uso en generación de código de IA adecuado a la tecnología disponible en ese momento.

Sin embargo, Cursor deberá esforzarse por mantener su ventaja en el mercado, ya que se anticipa que para finales de este año surgirán ingenieros de software especializados en IA. En este escenario, los productos actuales de Cursor podrían volverse menos relevantes, lo que obliga al equipo a considerar cómo evolucionar su producto para integrarse con modelos de generación de código más poderosos en el futuro.