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Los aranceles de Trump podrían impactarte de forma inesperada: tu colección de vinilos.

La volatilidad y el resentimiento hacia Estados Unidos ya están afectando a la industria del vinilo, que se encuentra en un nicho. Sin embargo, existe una ley poco conocida que podría contribuir a su supervivencia.

La implementación caótica de los aranceles por parte de la administración de Donald Trump ha generado inquietud en diversas industrias estadounidenses y globales. En medio de esta incertidumbre, un pequeño empresario de la zona de la Bahía de San Francisco, Eric Mueller, que dirige el sello discográfico Pirates Press, busca maneras de sortear la situación. Mueller considera la posibilidad de clasificar los discos de su compañía, que incluyen vinilos de bandas como Rancid y Cock Sparrer, como "material informativo". Esta clasificación le permitiría importar los discos de fábricas en el extranjero sin afrontar un arancel, gracias a una ley poco conocida.

Mueller comparte su deseo de encontrar tranquilidad en estos tiempos disruptivos. “La volatilidad es insana,” comenta. “Recibimos varios envíos en los últimos días y estamos tratando de averiguar cuánto deberíamos cobrarles a nuestros clientes.” La administración Trump ha adoptado una postura errática respecto a los aranceles, lo que ha provocado confusión en la industria discográfica. Los costos adicionales derivados de estos aranceles, que en algunos casos podrían alcanzar un 10% de incremento, se trasladarían a los consumidores, afectando a un sector que ya lidia con la inflación.

La situación es particularmente delicada, ya que las tarifas propuestas podrían aumentar los costos hasta en un 24%, lo que también podría llevar a que más producción se realice en el extranjero. Los precios de los discos, que antes oscilaban entre 15 y 25 dólares, podrían aumentar a un rango de 30 a 40 dólares. “Los ingresos de las personas no han crecido tanto,” apunta Mueller, enfatizando la crisis que atraviesa la industria.

Un posible salvavidas para la industria se halla en la Enmienda Berman, que permite excepciones para "materiales informativos" como libros, películas y discos, sin importar su país de origen. Esta enmienda, que busca garantizar un flujo libre de información, podría beneficiar a la producción de discos. Según un representante de la Recording Industry Association of America, se entiende que las importaciones de discos quedarían excluidas de los aranceles de Trump, lo cual es una buena noticia a pesar de que la mayoría de los discos vendidos en EE. UU. provienen de manufactura extranjera.

Aun así, los fabricantes estadounidenses enfrentan desafíos significativos. Aunque los discos terminados pueden importarse sin aranceles, los materiales necesarios para fabricarlos, como el PVC de Tailandia, están sujetos a tarifas que podrían incrementar los costos. La administración originalmente había amenazado con imponer un fuerte arancel al PVC, lo que complicaría aún más la situación.

Steven Walker, propietario de 33 Grooves Records, expresa su preocupación sobre el costo de reparaciones para su equipo, que proviene mayormente de Asia o Europa. “Todo es de origen asiático o europeo,” dice, aludiendo a la incertidumbre que genera la posibilidad de altos costos en reparaciones.

A pesar de las exenciones sobre los discos, los contratos de manufactura en el extranjero permiten a los distribuidores estadounidenses seguir presionando sus productos en Europa Central sin enfrentar grandes costos adicionales. Sin embargo, los fabricantes locales en Estados Unidos no tienen la misma suerte, ya que dependen en gran medida de la importación de materiales.

El sector de producción de discos, que genera miles de empleos en el país, se enfrenta además a la desventaja de su representación política. Sin el mismo nivel de influencia que tienen otras industrias, como la tecnología, los pequeños sellos discográficos temen que sus preocupaciones no tengan la misma visibilidad. La incertidumbre económica también añade presión sobre los artistas y las pequeñas discográficas, donde muchos temen una recesión mayor que afectaría sus finanzas.

La dinámica en la industria se ha vuelto tensa, incluso en las relaciones comerciales. Dave Eck, dueño de la tienda Waxy Poodle Record, menciona que la retórica comercial de Trump ha complicado su interacción con proveedores canadienses, quienes han adoptado una postura negativa hacia los estadounidenses debido a las declaraciones del presidente.

En resumen, la situación de la industria discográfica está marcada por una serie de retos económicos y políticos, donde la incertidumbre de los aranceles y la inestabilidad del mercado afectan tanto a los fabricantes como a los consumidores.