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Los jueces de línea robot en Wimbledon fueron sorprendidos durmiendo en la Cancha Central.

Wimbledon ha implementado un avanzado sistema de cámaras para reemplazar a los jueces de línea por primera vez este año. Sin embargo, el domingo, surgió un problema significativo con dicha tecnología.

Wimbledon ha adoptado finalmente la tecnología Hawk-Eye en sus campeonatos de este año, siguiendo el ejemplo de los torneos de EE.UU. y Australia, eliminando así a los jueces de línea humanos. Este sistema, que se ha implementado en las 18 canchas del torneo, utiliza múltiples cámaras de alta velocidad y algoritmos de visión por computadora en tiempo real. Además, cuenta con altavoces que emiten un aviso sonoro de "fuera" para confirmar los errores en los golpes.

A una semana de iniciado el campeonato, la tecnología parecía estar funcionando correctamente. Sin embargo, durante un destacado partido en el Centro Court el domingo, donde se enfrentaban la británica Sonay Kartal y la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, el sistema mostró fallos. El árbitro debió confirmar varios disparos que habían sido claramente fallidos como "fuera". Posteriormente, en un punto decisivo para Pavlyuchenkova, Hawk-Eye no detectó un golpe de Kartal que cayó a un pie de la línea de fondo, lo que llevó a Pavlyuchenkova a seguir la jugada sin convicción. A pesar de haber ganado ese punto —y por lo tanto el juego—, se le indicó que debía volver a jugarlo. Finalmente, perdió ese punto y el juego, lo que causó confusión. Durante el cambio de lado, Pavlyuchenkova expresó su frustración, diciendo que "le robaron el juego".

Afortunadamente, la jugadora logró mantener la calma y eventualmente ganó el partido. Sin embargo, el incidente podría haber tenido un desenlace distinto. El All England Club, organizador de Wimbledon, explicó inicialmente que el sistema fue "desactivado en el punto en cuestión" debido a un "error del operador". Posteriormente, se aclaró que la tecnología había sido desactivada accidentalmente en la parte del servidor de la cancha para un juego. Se emitió una disculpa a las jugadoras afectadas, reafirmando la confianza en la precisión de la tecnología de seguimiento de la pelota, aunque reconocieron un error humano y realizaron una revisión exhaustiva de sus procesos.

A pesar de que se habían corregido algunas llamadas previas, no está claro por qué el árbitro no tomó la misma decisión en este tiro, que era evidente que había sido "fuera". Según el reglamento, el árbitro tiene la autoridad para intervenir si Hawk-Eye falla. Pavlyuchenkova comentó después del partido que el árbitro también había visto el tiro como fuera, lo que la dejó confundida sobre la decisión de repetir el punto. Este incidente pone de manifiesto que, a pesar de la automatización, los sistemas de llamadas de línea no son infalibles, situando una mayor presión sobre el único humano en el partido, el árbitro. Será interesante observar cómo esta experiencia de Pavlyuchenkova influye en los partidos de Wimbledon la próxima semana, ya que los jugadores podrían sentirse más inclinados a buscar la intervención del árbitro si Hawk-Eye no emite el sonido esperado.