La Nintendo Switch me enseñó a disfrutar de un género completo de videojuegos.

A veces, la diferencia no radica en lo que juegas, sino en el lugar donde lo haces. Desde el lanzamiento de Nintendo Switch, un creciente número de títulos han sido catalogados como "perfectos para Switch", ya que se sienten más adecuados para un dispositivo portátil. Aunque apreciaba esta idea, no creía que fuera más allá de la comodidad y conveniencia que ofrece la consola. Sin embargo, mi opinión cambió radicalmente no solo respecto a un juego, sino a todo un género, gracias a la Switch. Ahora me pregunto si la Nintendo Switch 2 podrá provocar la misma transformación.

Mi afición por los roguelikes comenzó con The Binding of Isaac, particularmente con la versión Rebirth en PS4, que estaba disponible a través de PlayStation Plus. Me enganché a este juego, desbloqueando personajes y objetos, asombrándome por la cantidad de posibilidades que ofrecía. Según mi cuenta, pasé más de 300 horas en él. Sin embargo, cuando esa conexión empezó a desvanecerse, sabía que necesitaba algo para llenar ese vacío. Probar otros roguelikes populares como FTL, Into the Breach y Nuclear Throne fue la siguiente etapa, aunque ningún juego logró capturarme como lo hizo Isaac.

Cuando escuché sobre Slay the Spire y su increíble recepción, supe que debía intentarlo. Aunque el arte no era sobresaliente, se alababa su capacidad de enganchar, prometiendo esa sensación de "una partida más" que tanto anhelaba. A pesar de esto, mi experiencia con el juego fue negativa. Esto ocurrió semanas después de su lanzamiento, cuando aún solo estaba disponible en PC, que no era mi plataforma preferida, y mi equipo no estaba preparado para juegos. No obstante, decidí darle una oportunidad.

Mi descontento con Slay the Spire se resumía en una sensación de injusticia. Con mis muchas horas en el género, era consciente de que no llegaría y dominaría el juego de inmediato, pero mis primeras partidas terminaban casi al instante. Al ser un juego de construcción de mazos, atribuía mis fracasos a la aleatoriedad de las cartas sin poder explorar a fondo los elementos de construcción. Aunque Slay the Spire es un título difícil, esto no sería un inconveniente por sí solo, pero no ver progreso en mis partidas me convenció de que este estilo no era para mí.

Poco después, la versión para Switch suscitó conversaciones sobre su calidad y cómo era “perfecto para Switch”. En este momento me di cuenta de que podía estar perdiéndome algo valioso. Mi primera partida en Switch ocurrió un tranquilo fin de semana. Al acomodarme en el sofá, noté de inmediato un cambio en mi forma de jugar. En PC, podía actuar rápidamente, pero con Switch, tenía que ser más deliberado. Este cambio me permitió reflexionar más sobre mis decisiones y dejar de tratar a los enemigos básicos como si fueran simples adversarios de otro roguelike. Cada encuentro en Slay the Spire exige respeto, y esta revelación me llevó a empezar a experimentar más con la construcción de mi mazo.

Lo que antes consideraba cartas poco interesantes comenzó a cobrar sentido a medida que miraba mi mazo en su conjunto. Lo más gratificante fue descubrir sinergias o interacciones que podía aprovechar en jefes o enemigos elite, pudiendo probarlas justo cuando tenía la idea. La accesibilidad de la Switch me permitió disfrutar de Slay the Spire en cualquier lugar, lo que rompió la barrera que me mantenía cautivo a mi silla de oficina.

Esta experiencia me abrió las puertas a un género de construcción de mazos que, de otro modo, habría ignorado. Ahora espero con ansias la llegada de Slay the Spire II y estoy apurado por terminar este artículo para jugar Monster Train 2, que también ha sido lanzado recientemente. Con la Switch 2 a la vista, estoy listo para dejar que mis prejuicios o malas primeras impresiones sobre un género cambien de nuevo. Confío en que esto también suceda para muchos otros en juegos de estrategia y 4X, debido a la funcionalidad del ratón, aunque me encantaría que fuera algo inesperado. Independientemente del resultado, la Switch me ha enseñado cuán considerable puede ser la influencia de la plataforma en mi perspectiva de juego.