
La nueva estrategia: por qué los inversores semilla están vendiendo sus éxitos más pronto.
Charles Hudson había cerrado su quinto fondo hace varios meses, recaudando 66 millones de dólares para Precursor Ventures, cuando uno de sus socios limitados le solicitó que gestionara.
Charles Hudson cerró recientemente su quinto fondo, Precursor Ventures, con un total de 66 millones de dólares. Tiempo después, uno de sus socios limitados le planteó un ejercicio: ¿qué habría sucedido si Hudson hubiera decidido vender todas sus empresas en cartera durante la ronda de Series A? ¿Y si lo hubiera hecho en Series B o Series C? Esta cuestión tiene implicaciones significativas, ya que Hudson, con 20 años de experiencia en capital de riesgo, ha visto cambiar las dinámicas de la inversión inicial, tal vez de manera irreversible.
En la actualidad, los socios limitados (LPs) que antes eran pacientes con periodos de retención de siete a ocho años, ahora se muestran inquietos por la posibilidad de liquidez intermedia. Hudson menciona que "siete o ocho años se sienten como mucho tiempo" para estos inversores, a pesar de que este siempre ha sido el plazo usual. Esto se debe a que las rentabilidades de riesgo en años recientes han disminuido significativamente, lo que antes hacía aceptables esos largos periodos de espera. Además, la disponibilidad de otras opciones de inversión más líquidas está llevando a muchos inversores de capital de riesgo en fases muy tempranas a exigir un cambio en la estrategia.
El análisis que Hudson realizó a petición de su LP reveló una verdad incómoda: vender todo en la etapa de Series A no era la mejor opción; el efecto del crecimiento al permanecer en las mejores empresas superaba los beneficios de recortar pérdidas rápidamente. Sin embargo, en la etapa de Series B, la situación era diferente: "Podrías obtener más de 3x en el fondo si vendías todo en esa etapa", observó.
Esta nueva perspectiva está reformulando cómo Hudson contempla la gestión de su cartera para 2025. A pesar de ser un inversor experimentado, con 22 años dedicados al capital de riesgo, se da cuenta de que quienes financian empresas muy jóvenes deben pensar como gestores de capital privado, optimizando los retornos en efectivo junto con las grandes victorias que, si tienen suerte, marcan sus carreras.
Sin embargo, este cambio de mentalidad no es fácil. Hudson señala que las empresas que generan mayor interés secundario son, a su vez, aquellas de las que él espera más en el futuro. Esta preocupación por las ventas secundarias no es exclusiva de Hudson, ya que también refleja presiones más amplias que están transformando el ecosistema del capital de riesgo. Hans Swildens, fundador de Industry Ventures, mencionó que los fondos de capital de riesgo están comenzando a ser más astutos en la generación de liquidez, con algunos incluso contratando personal dedicado a explorar opciones de liquidez alternativas.
Este cambio en prioridades es especialmente importante para fondos más pequeños, como Precursor, que se especializa en respaldar a fundadores inusuales, a diferencia de grandes fondos que pueden permitirse esperar grandes resultados. Hudson observa que las relaciones con sus socios limitados están evolucionando. Universidades, que solían ser los LPs más cotizados, ahora enfrentan desafíos imprevistos, como los investigados en Harvard, lo que genera incertidumbre en sus compromisos a largo plazo.
Los LPs han llegado a dudar sobre asumir compromisos ilíquidos de 10 a 15 años, lo que ha creado una base más compleja de necesidades competitivas. Algunos exigen recuperar su capital lo antes posible, incluso si eso significa un resultado subóptimo, mientras que otros prefieren que Hudson mantenga las inversiones hasta su madurez para maximizar los rendimientos. Manejar estas demandas requiere una sofisticación en la gestión de carteras que tradicionalmente no se necesitaba en inversiones de semilla.
A pesar de los desafíos, Hudson mantiene una perspectiva optimista sobre las oportunidades que surgen de esta evolución. A medida que los fondos aumentan su tamaño y despliegan más capital, se vuelven más algorítmicos, buscando empresas que encajen en perfiles específicos. Si bien este enfoque es eficaz para desplegar grandes sumas de dinero de manera eficiente, también podría dejar de lado a empresas inusuales que han generado los mejores retornos para Hudson y mantuvieron a Precursor en el juego.
Hudson enfatiza que depender únicamente de herramientas automatizadas de selección puede llevar a pasar por alto a individuos con experiencias relevantes que no encajaban en los algoritmos.