
Los peligros ocultos de la IA en la nube: lo que las empresas deben tener en cuenta.
El papel de la inteligencia artificial en las empresas ha dejado de ser una prueba y se ha convertido en algo fundamental.
La inteligencia artificial se ha consolidado como un elemento fundamental en la transformación empresarial actual. Su impacto es cada vez más relevante, mejorando la atención al cliente, optimizando operaciones y extrayendo información valiosa de datos. La implementación de esta tecnología en las empresas ya no es un experimento, sino una necesidad.
El uso de infraestructura basada en la nube ha facilitado que muchas organizaciones adopten herramientas de IA de manera ágil, permitiendo escalar a gran velocidad sin la necesidad de realizar grandes inversiones en hardware especializado. No obstante, a medida que la IA avanza de implementaciones tácticas a una integración más profunda en las operaciones, empiezan a surgir problemas en el modelo predominante de "nube primero".
Uno de los principales retos es la latencia, ya que la capacidad de respuesta en tiempo real es crucial para muchas aplicaciones de IA que requieren decisiones instantáneas. La dependencia de la transmisión de datos a través de redes puede introducir demoras que impacten negativamente en sectores como finanzas, salud o manufactura. Además, el costo asociado al uso de modelos de IA a gran escala en la nube está en aumento, convirtiéndose en una carga financiera para muchas empresas conforme aumentan la complejidad de los modelos y la necesidad de procesar grandes volúmenes de datos. Las tarifas de servicio en la nube pueden escalar rápidamente y de manera inesperada.
Otro punto crítico es la gobernanza de datos. Con el endurecimiento de regulaciones a nivel mundial, se ejerce presión sobre las organizaciones para que mantengan sus datos en entornos seguros y conformes. La IA en la nube suele requerir la transferencia y almacenamiento de información sensible en servidores de terceros, lo que genera complicaciones relacionadas con la soberanía de datos y la auditabilidad.
Esto ha llevado a un interés renovado en la IA en el dispositivo, un modelo que procesa datos localmente en dispositivos finales como PCs o estaciones de trabajo móviles. Estas unidades están equipadas con la capacidad adecuada para ejecutar modelos de aprendizaje automático, brindando múltiples beneficios operativos y estratégicos.
Un reciente estudio revela que más de la mitad de los líderes empresariales estarían más inclinados a adoptar IA si estuviera integrada directamente en los dispositivos de los empleados. Asimismo, un significativo porcentaje de trabajadores indicó que utilizaría más la IA si estuviera implementada de manera fluida dentro de las herramientas que utilizan cotidianamente.
La experiencia de usuario juega un papel vital en el potencial de la IA. Al integrarse en herramientas familiares, como la recopilación de actas de reuniones o el análisis de datos en tiempo real, la IA se convierte en una parte natural del flujo de trabajo, favoreciendo un uso más efectivo y un valor sostenido.
El uso de IA en el dispositivo también minimiza la exposición a redes externas, lo que ayuda a las organizaciones a cumplir con rigurosos requisitos de protección de datos. Esta capacidad de controlar información sensible sin comprometer funcionalidades es particularmente relevante en industrias reguladas.
Aunque la presencia de la IA ha crecido, la adopción a nivel empresarial sigue siendo limitada, con solo un 11% de las organizaciones que han escalado su uso en diferentes departamentos. Sin embargo, entre aquellas que lo han hecho, se observan beneficios palpables, como un ahorro significativo de costos.
A futuro, la estrategia de IA deberá adoptar un enfoque híbrido que combine la escalabilidad de la nube con el rendimiento, la seguridad y la personalización que ofrece la inteligencia en el dispositivo. Los líderes empresariales tendrán que considerar no solo dónde se ejecuta la IA, sino también cómo se integra en la estructura organizativa, con el objetivo de maximizar el valor que se genera y mejorar la experiencia del empleado, al mismo tiempo que se fortifica el cumplimiento normativo.
La IA en la nube ha demostrado el valor de los sistemas inteligentes, y es posible que la IA en el dispositivo sea el modelo que garantice la continuación de ese valor.