Interrupción del radar en el aeropuerto de Newark provoca nuevos retrasos en vuelos.

El aeropuerto internacional de Newark Liberty ha enfrentado problemas recurrentes con las comunicaciones y el radar, lo que ha suscitado preocupación entre los controladores de tráfico aéreo. Tras una falla que ocurrió el 28 de abril, que dejó a las aeronaves y a los controladores en una situación riesgosa, el viernes 9 de mayo se reportó nuevamente un corte en las telecomunicaciones. Esta segunda interrupción se produjo alrededor de las 3:55 a.m. y afectó las operaciones de radar en la región de Philadelphia TRACON, que es responsable de guiar los vuelos hacia y desde el espacio aéreo de Newark.

Desde una modificación implementada el año pasado, la comunicación de radar y radio en el aeropuerto de Newark se gestiona a través de una única conexión de datos que va desde una instalación en Nueva York hasta Philadelphia. Como parte de los esfuerzos para resolver estas incidencias, la FAA ha propuesto cambiar la conexión de cobre actual por fibra óptica, añadir tres nuevas conexiones de telecomunicaciones de alta capacidad y aumentar el número de controladores de tráfico aéreo disponibles.

A pesar de estas estrategias, no se ha especificado cuándo estará disponible un nuevo sistema de respaldo que se desplegará en Philadelphia. Aunque el corte del viernes afectó solo un número limitado de sectores, continúa subrayando las deficiencias de un sistema de control aéreo envejecido y la falta de personal adecuado.

Además, a las 12:30 PM ET, las estadísticas de FlightAware indicaban un total de 292 retrasos en vuelos hacia y desde Newark, que también se ve afectado por trabajos de construcción en la pista. El CEO de United, Scott Kirby, señaló que la situación se complicó cuando más del 20 por ciento de los controladores de la FAA para Newark se ausentaron de sus trabajos tras el evento del 28 de abril. Esto se debió a los efectos traumáticos de la experiencia, lo que llevó a al menos cinco empleados a tomar una licencia de 45 días para recuperarse. La FAA reconoció que las interrupciones frecuentes pueden ser estresantes para los controladores y que algunos de ellos han requerido tiempo para recuperarse del impacto de estas incidentes.