
Millones están eliminando aplicaciones por una razón específica, y tu marca podría estar cometiendo el mismo error sin que lo sepas.
Olvídate de los diseños elaborados; las personas prefieren aplicaciones simples y sin fallos que funcionen correctamente.
En el competitivo panorama de los productos digitales, la lealtad de los usuarios hacia las aplicaciones se ha vuelto cada vez más efímera. Un estudio reciente señala que los usuarios abandonan rápidamente las marcas cuando la experiencia de uso se ve interrumpida. Problemas como ventanas emergentes intrusivas, bloqueos frecuentes, texto difícil de leer y configuraciones de privacidad confusas son factores clave que impulsan a los usuarios a eliminar aplicaciones de sus dispositivos.
Mientras algunos desarrolladores defienden las ventanas emergentes como una herramienta necesaria para la monetización, los comportamientos de los usuarios sugieren lo contrario. Más de la mitad de los usuarios de aplicaciones (54%) ignoran totalmente estas ventanas emergentes, y solo el 46% ha interactuado alguna vez con una. La participación varía notablemente entre las generaciones, con un 53% de los usuarios de la Generación Z indicando que han respondido a una ventana emergente, en comparación con solo el 17% de los Boomers.
Lee Edwards, vicepresidente de EMEA en Amplitude, destaca que los usuarios buscan ventanas emergentes que sean mejor cronometradas, menos intrusivas y más relevantes para sus necesidades individuales, especialmente en el caso de las generaciones mayores. El análisis muestra que, en realidad, las ventanas emergentes no son ineficaces por naturaleza, sino que suelen estar mal ubicadas, y su mal uso puede erosionar la confianza en lugar de fomentar las conversiones.
Además, los problemas técnicos en las aplicaciones pueden provocar consecuencias inmediatas. Un 35% de los usuarios abandonará una aplicación en cuestión de minutos si experimenta fallos, y un 10% no se tomará ni ese tiempo. La lealtad del usuario es escasa, ya que solo el 16% de los usuarios informa sobre problemas o contacta al soporte, mientras que el 58% se marcha sin más.
Las malas elecciones de diseño también contribuyen a la frustración de los usuarios. Casi la mitad (45%) de quienes han encontrado un diseño defectuoso afirman que les provocó enojo, cifra que se eleva al 59% entre Millennials y Generación Z. Problemas como textos demasiado pequeños, la creación forzada de cuentas y una navegación confusa agravan la situación, siendo los usuarios mayores especialmente sensibles a la legibilidad.
Los usuarios demandan estabilidad y confiabilidad. Un diseño atractivo pierde su valor si la aplicación no ofrece una experiencia consistente; de hecho, el 85% de los encuestados prefieren una aplicación simple que funcione correctamente a una hermosa que presente fallos. Para seguir siendo relevantes, las aplicaciones deben ganarse su lugar en los dispositivos de los usuarios, ya que la mediocridad no tiene cabida. Incluso conceptos promovidos como "super aplicaciones", que integran mensajería, compras y banca, solo atraen al 41% de los usuarios.
Finalmente, las marcas que buscan construir lealtad deben ir más allá de los gráficos de analíticas y examinar detenidamente cómo los usuarios reales interactúan, dónde encuentran dificultades y las razones detrás de su decisión de abandonar la app.