Microsoft alcanza un importante objetivo de sostenibilidad al lograr la meta de "cero residuos".
El 90.9% de los servidores y componentes han sido reutilizados o reciclados.
Microsoft ha anunciado que ha logrado alcanzar un 90.9% de tasa de reutilización y reciclaje para sus servidores y componentes en 2024, superando ligeramente su objetivo de 2025 del 90% y alcanzándolo un año antes de lo previsto. Este avance forma parte de su meta de convertirse en una empresa sin residuos, un aspecto clave de su compromiso con la sostenibilidad.
Rani Borkar, CVP de Azure Hardware Systems and Infrastructure, explicó que la compañía ha logrado este hito gracias a la extracción sostenible de minerales y metales raros de discos duros, lo que reduce la necesidad de nuevos materiales como neodimio, oro y cobre. Este proceso de extracción, que no utiliza ácidos, implica la disolución de discos duros triturados y se estima que tiene una tasa de recuperación del 90%.
Además, se ha reportado una reducción del 95% en las emisiones en comparación con las prácticas mineras y de procesamiento tradicionales, lo que resalta el impacto positivo del reciclaje en el avance hacia sus metas de sostenibilidad. La empresa también ha ampliado sus Centros Circulares a nivel global, cuyo propósito es procesar y redistribuir equipos y componentes desechados. Desde la apertura de su primer Centro Circular en Ámsterdam en 2020, se han establecido cinco más en Estados Unidos, Irlanda y Singapur, con planes para nuevos centros en Cardiff, Nueva Gales del Sur y San Antonio.
La introducción de soluciones de embalaje reciclable para el transporte de hardware de los centros de datos ha sido otra medida clave en su éxito, facilitando el reciclaje adecuado. Más de 30,000 racks de servidores han sido procesados a través de este programa, evitando la disposición de más de 2,500 toneladas métricas de desechos en vertederos.
Sin embargo, a pesar de estos progresos, el informe de sostenibilidad de 2024 de Microsoft revela que sus emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de electricidad han estado aumentando anualmente desde al menos 2020. Esto refleja el enorme impacto que tienen los centros de datos dedicados a la computación en la nube y la inteligencia artificial.
