
Líderes legales y la transformación hacia la IA: convirtiendo la incertidumbre en ventaja competitiva.
La inteligencia artificial está revolucionando la forma en que las empresas tecnológicas abordan los asuntos legales.
La transformación impulsada por la inteligencia artificial en el mundo empresarial es innegable, pero a medida que la innovación avanza más rápido que las políticas, los líderes legales enfrentan la demanda de no solo interpretar regulaciones en evolución, sino también de liderar a través de ellas. Para los Consejos Generales, la llegada del Reglamento de Inteligencia Artificial de la UE representa un momento crucial. Esta legislación, que se implementará por etapas a partir de 2025, da inicio a una nueva era de obligaciones de cumplimiento y gestión de riesgos.
Las empresas que mejor se adaptan serán aquellas que cuenten con equipos legales que puedan posicionarlas de manera óptima para prosperar en un entorno en constante cambio, en lugar de ahogarse en él. El desafío no se limita a cumplir con las normativas, sino a utilizar estrategias legales que guíen la implementación, integración y gobernanza de las herramientas de inteligencia artificial, estableciendo directrices antes de que los reguladores, inversores o el público exijan respuestas.
Aunque el Reglamento de IA ha traído claridad regulatoria en ciertas áreas, muchos equipos legales todavía se encuentran en zonas grises. Las definiciones de sistemas "de alto riesgo", las expectativas para modelos de uso general y los detalles de su aplicación continúan evolucionando. Lo que diferencia a los equipos legales más efectivos no es solo el dominio técnico, sino su capacidad de ofrecer orientación adaptada a las necesidades de su empresa.
En vez de optar por la dilación o la cautela excesiva, los departamentos legales proactivos están aprovechando este momento para liderar la innovación. Colaboran con equipos de producto, recursos humanos y científicos de datos para ayudar a sus empresas a tomar decisiones informadas sobre cuándo y cómo implementar herramientas de IA. Este cambio de mentalidad implica pasar de "¿qué se nos permite hacer?" a "¿qué queremos lograr y cómo lo hacemos de manera responsable?".
La gestión del riesgo legal solía basarse en manuales exhaustivos, pero en el entorno actual de IA, estas guías se vuelven obsoletas rápidamente. Por ello, los Consejos Generales más eficaces se centran en principios de alto nivel que puedan adaptarse a los cambios. Esto implica alinear el uso de IA con los valores de la organización, las expectativas del sector y las normas regulatorias en evolución.
Cuando una empresa avanza rápidamente, su equipo legal debe tener claridad sobre dónde están las líneas y dónde aún se están debatiendo. Esta claridad no se obtiene a la espera de las directrices de aplicación, sino a través de una afirmación proactiva del Consejo General, incluso en medio de la inestabilidad regulatoria.
Es fundamental para un Consejo General encontrar el equilibrio entre anticiparse y ser paciente. No todas las empresas necesitan revisar sus políticas de IA de inmediato, pero la inacción conlleva sus propios riesgos. Un enfoque efectivo es la planificación basada en escenarios, donde los equipos legales evalúan posibles casos de uso y los prueban frente a las categorías emergentes del Reglamento de IA. Esto les permite desarrollar políticas flexibles que faciliten la participación temprana sin comprometerse de manera rígida.
Además, los equipos legales están adaptando sus perfiles para enfrentar las nuevas exigencias estratégicas que la era de IA presenta, desde evaluar sesgos algorítmicos hasta supervisar la conformidad de los proveedores externos. Estos desafíos no pueden resolverse solo con conocimiento técnico, lo que hace que la contratación priorice a profesionales que naveguen en la ambigüedad y comprendan la intersección de leyes, políticas y reputación.
La creciente presión sobre las empresas para que sean transparentes acerca de su uso de la IA ha llevado a los líderes legales a desempeñar un papel clave en definir la posición pública de la empresa sobre esta tecnología. En un entorno donde el escrutinio de clientes, inversores y medios es cada vez mayor, no es suficiente con cumplir en silencio; se espera que las empresas expliquen cómo utilizan la IA y qué salvaguardias han implementado.
Con la entrada en vigor del Reglamento de IA y la posibilidad de que surjan otros marcos regulatorios a nivel mundial, las empresas se enfrentan a una curva de aprendizaje empinada. Sin embargo, para los líderes legales, esto no solo representa un desafío de cumplimiento, sino una oportunidad para redefinir la manera en que el área legal contribuye al éxito empresarial. Las mejores prácticas en este entorno serán aquellas que se atrevan a liderar, sean lo suficientemente flexibles para adaptarse y estén dispuestas a integrarse en cada etapa de la adopción de IA, transformando así la incertidumbre en claridad y el riesgo en estrategia.