
Insultar a la inteligencia artificial se ha convertido en algo común en las interacciones tecnológicas diarias para muchos.
Los usuarios alternan entre comportamientos groseros y amables, a menudo dentro de una misma conversación.
Un reciente estudio ha revelado que las interacciones entre los usuarios y los chatbots de inteligencia artificial pueden ser tanto educadas como groseras, a menudo en la misma conversación. La investigación de Tidio indica que, aunque un alto porcentaje de personas ha insultado a un chatbot en algún momento debido a la frustración, esto no les impide expresar agradecimiento después.
Cerca del 70% de los encuestados admitieron haber proferido improperios a los chatbots, pero el grado de satisfacción con el servicio recibido sigue siendo alto, ya que el 75% manifestó estar contento con su última interacción. A pesar de las molestias que puedan surgir, la buena educación parece ser un rasgo persistente que los usuarios mantienen al comunicarse con herramientas de inteligencia artificial.
Un estudio previo había mostrado que un 67% de los estadounidenses y un 71% de los británicos son educados con la IA, utilizando palabras como "por favor" y "gracias", e incluso disculpándose con asistentes digitales como ChatGPT o altavoces inteligentes. Algunas personas creen que ser respetuosos mejora la calidad de las respuestas que reciben. Becca Caddy, de TechRadar, experimentó al eliminar los modales de sus solicitudes a ChatGPT y notó que la calidad de las respuestas disminuyó.
Incluso Sam Altman, CEO de OpenAI, opinó sobre el costo de la cortesía, mencionando que invertir en respuestas a solicitudes educadas es un gasto muy bien empleado. Sin embargo, a pesar de la integración de la IA en la vida diaria, hay un porcentaje notable de personas que todavía no están del todo convencidas. Alrededor del 30% de los encuestados prefieren esperar a un ser humano en lugar de interactuar con un chatbot, y un 26% optaría por confiar en una bola 8 mágica antes que en el soporte de IA. Además, aproximadamente el 11% estaría dispuesto a pagar más solo para hablar con un humano.
A pesar de estas reservas, la mayoría de los usuarios están dispuestos a utilizar la inteligencia artificial para tareas básicas, tales como soporte técnico, preguntas generales, problemas de facturación e información sobre productos.