
Asistí al festival de música de audio espacial más grande del Reino Unido y ahora deseo tener un domo de sonido envolvente en mi jardín.
Polygon Live LDN llevó el audio espacial al escenario.
La tecnología de audio espacial se está convirtiendo en la nueva frontera de la experiencia auditiva. Con sistemas de Dolby Atmos más accesibles y la incorporación de códecs de audio espacial en plataformas de streaming como Apple Music y Tidal, cada vez es más sencillo sumergirse en una experiencia de escucha tridimensional. Sin embargo, mientras algunas empresas buscan llevar el audio espacial a auriculares y sistemas de sonido para el hogar, hay quienes lo aplican en un contexto mucho más amplio.
Una de las experiencias más impactantes que he tenido con el audio espacial fue una sesión de escucha de Max Cooper, organizada por L-Acoustics. Escuchar su último álbum, On Being, en el formato L-ISA de L-Acoustics fue transformador, especialmente para un amante de la música electrónica. Al enterarme de que Cooper iba a actuar en Polygon Live LDN, el primer festival de música de audio espacial en el Reino Unido, y con un sistema de sonido de L-Acoustics, me llené de emoción y curiosidad. Me preguntaba cómo se traduciría esta experiencia a una actuación en vivo y si esto podría tener un impacto en el oyente común.
El festival tuvo lugar el 3 de mayo en Crystal Palace Park en Londres, y se diseñó un enorme domo con altavoces que rodeaban a la audiencia. Este sistema, un 12.1.4, incluye 12 potentes altavoces L-Acoustics dispuestos en círculo y cuatro altavoces ubicados arriba, combinados con un subwoofer central que ofrece un sonido inigualable. A lo largo de las ocho horas de variada música electrónica, la claridad y profundidad del sonido fueron sorprendentes, y la disposición espacial permitió a los artistas experimentar con el sonido de maneras creativas.
La alineación de artistas fue excepcional. Comenzamos con el compositor Jon Hopkins, quien ofreció una interpretación de su álbum Ritual con elementos en vivo de piano y guitarra. La música de Hopkins es idónea para el audio espacial, con pulsaciones rítmicas y melodías que se desplazan, creando una sensación envolvente. Cada artista exploró las posibilidades del audio espacial de manera distinta, desde los ritmos móviles de Halina Rice hasta las dinámicas del dúo neerlandés Weval, culminando en la actuación de Cooper, quien, durante 90 minutos de techno y drum and bass, hizo que las melodías se movieran de un altavoz a otro.
Lo que más me impresionó fue la consistencia del sonido en el domo; a pesar de cambiar de ubicación, la experiencia auditiva seguía siendo equilibrada. Nico Elliott, CEO de Polygon Productions, explicó que el objetivo del festival era que la audiencia se sintiera "dentro de la música". Elliott destacó la relación que han cultivado con L-Acoustics, siendo su tecnología la más adecuada para el entorno de la música en vivo.
A medida que el festival llega a su fin, reflexiono sobre lo que esto podría significar para los oyentes cotidianos. Aunque establecer un domo similar en casa no es una opción viable, comparto la esperanza de Elliott sobre que los artistas consideren más frecuentemente el audio espacial. Esto puede influir en la industria musical, donde el acceso a la música en vivo sigue siendo fundamental para los artistas.
Si el audio espacial continúa ganando protagonismo en los conciertos en vivo, es probable que se generen más soluciones de escucha en este contexto, fomentando una competencia que beneficie a todos los involucrados. Aunque hay muchas variables en juego, cualquier iniciativa que eleve el perfil y las posibilidades del audio espacial a través de música excelente es un avance positivo.