
Soy un exasesor científico de la OTAN, y aquí hay cinco aspectos que las empresas deben conocer sobre la inteligencia artificial.
Un autor experto destaca aspectos fundamentales que deben tenerse en cuenta sobre la inteligencia artificial.
La inteligencia artificial está llevando a cabo una transformación fundamental en diversas industrias a nivel global. Sin embargo, la simple adopción de tecnologías de IA no garantiza el éxito. Así como la web se volvió accesible en la década de 1990, erosionando las ventajas competitivas basadas únicamente en la tecnología, hoy en día la IA se ha vuelto igualmente omnipresente.
La teoría de gestión estratégica destaca constantemente la importancia del conocimiento como clave del éxito competitivo, un aspecto que ha estado impulsado principalmente por las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Con la llegada de la IA, en especial de los modelos de lenguaje extensos (LLMs), se está acelerando de manera dramática la disrupción tecnológica. La IA ha transformado la tecnología en sinónimo directo de conocimiento.
Tal como advierte Carl Von Clausewitz en su análisis sobre la guerra, la incertidumbre es una constante. La misma lógica se aplica a los entornos empresariales actuales, que se están volviendo cada vez más impredecibles. Por ello, las empresas que esperan pasivamente soluciones impulsadas por IA podrían perderse en la confusión de la competencia digital.
La preparación rápida para esta nueva realidad es esencial. A continuación, se presentan algunos factores estratégicos que son determinantes para el éxito en la era de la IA:
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La IA por sí sola no es una ventaja competitiva
Debido a que la tecnología de IA es ampliamente accesible, simplemente implementarla no diferenciará a una empresa. La ventaja competitiva radica en la creatividad con la que se utilice la IA. Siguiendo el pensamiento de Sun Tzu, la superioridad táctica proviene de comprender el terreno y utilizar estratégicamente las fortalezas únicas de la empresa. Para estar a la vanguardia, es crucial que las empresas identifiquen cómo la IA se integra en su entorno competitivo, en constante evolución. Por lo tanto, tener acceso a las mismas herramientas de IA que los competidores no es suficiente; la estrategia debe aplicar la IA de manera única para ofrecer propuestas de valor innovadoras. -
Gestionar la IA como conocimiento
La esencia de la IA gira en torno al conocimiento: datos que ingresan y perspectivas que emergen. Así, gestionar eficazmente la IA implica manejar activamente el flujo de conocimiento. En términos militares, el ejército que se adapta rápidamente a los cambios en el campo de batalla asegura la victoria. La agilidad es crucial, ya que los planes suelen fallar ante la incertidumbre. Por esto, es importante establecer procesos que permitan que los conocimientos derivados de la IA lleguen rápidamente a los tomadores de decisiones. Automatizar informes o tablones de indicadores que se actualicen en tiempo real puede servir para que los equipos respondan de manera ágil ante cambios repentinos. -
Combinar la IA con la experiencia humana
La IA alcanza su máximo potencial cuando se complementa con la pericia humana. La IA debe ser vista como una herramienta precisa en manos calificadas. Marshal Ferdinand Foch enfatizó la importancia de concentrar estratégicamente la fuerza para lograr un impacto máximo. En el contexto empresarial, esto implica alinear las capacidades de la IA con las habilidades humanas. La IA puede encargarse del análisis de grandes volúmenes de datos y automatizar tareas rutinarias, pero son los expertos humanos quienes deben determinar la respuesta estratégica. -
El conocimiento tácito sigue siendo el diferenciador definitivo
No todo el conocimiento puede ser automatizado o documentado de manera explícita. Si bien el conocimiento explícito (manuales, bases de datos, listas de verificación) se difunde rápidamente, el conocimiento tácito —lo aprendido a través de la experiencia, la intuición y un entendimiento profundo— se mantiene inherentemente único. Niccolò Machiavelli se refirió a esta ventaja estratégica como "Virtù", la capacidad de moldear resultados mediante la acción decisiva, la pericia profunda y la reputación ganada.En el ámbito empresarial, el conocimiento tácito está impregnado en la cultura organizacional y en los conocimientos de sus expertos. Para aprovecharlo, es vital fomentar la mentoría, compartir historias, documentar las mejores prácticas y crear una cultura de intercambio activo de conocimientos. Esto ayuda a mantener vivo el know-how valioso en las propuestas de valor y dificulta la replicación por parte de los competidores.
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Fomentar la agilidad estratégica mediante el aprendizaje continuo
En un paisaje en rápida evolución, la ventaja sostenible pertenece a aquellos que aprenden y se adaptan velozmente. Jack Welch sostenía que la adaptación interna debe superar los cambios externos, un principio cada vez más relevante en mercados impulsados por IA. Utilizar la IA para acelerar ciclos de aprendizaje a través de análisis en tiempo real y experimentación iterativa es fundamental. Se deben fomentar proyectos piloto de IA a pequeña escala, medir rigurosamente los resultados y refinar las estrategias de forma continua, premiando la curiosidad y el aprendizaje abierto dentro de los equipos.
En resumen, la economía digital contemporánea se asemeja a un campo de batalla competitivo que exige enfoques estratégicos inspirados en doctrinas militares. Las herramientas de IA son ampliamente accesibles, pero solo las empresas que apliquen la IA de manera estratégica, combinen las capacidades de las máquinas con la pericia humana y promuevan el aprendizaje continuo podrán asegurar ventajas competitivas duraderas.