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Soy un experto en ciberseguridad y así es como los procesos manuales están aumentando la vulnerabilidad de las empresas ante ataques.

Las prácticas de seguridad obsoletas están elevando los riesgos.

En el ámbito de la ciberseguridad, la automatización se ha vuelto cada vez más común. Sin embargo, aún hay industrias y organizaciones que están rezagadas en la adopción de herramientas de seguridad modernas. Un estudio reciente mostró que casi dos tercios de los líderes en seguridad admiten que pasan por alto exposiciones debido a las limitaciones de las pruebas de penetración manuales, y un 67% opina que la escasa frecuencia de estas pruebas ha dejado vacíos preocupantes en sus evaluaciones de seguridad. Esto pone de manifiesto el riesgo creciente que representan los procesos manuales de seguridad ineficientes y anticuados. Los ciberdelincuentes están utilizando la automatización para perfeccionar sus patrones de ataque, y los equipos de seguridad que no se adaptan a esta tendencia se encuentran en una situación vulnerable.

Afortunadamente, existen prácticas como la gestión de exposiciones y la validación de controles de seguridad que se han vuelto más comunes. Muchas organizaciones ahora participan en el monitoreo continuo y la validación de amenazas potenciales. Con los atacantes empleando inteligencia artificial y otras soluciones automatizadas para mejorar sus esfuerzos, los defensores necesitan herramientas que puedan igualar la velocidad, volumen y sofisticación de las tácticas de ataque contemporáneas.

Las soluciones avanzadas de seguridad están ayudando a los profesionales a mejorar tanto sus capacidades de detección como de remediación, permitiéndoles probar de manera continua y automática sus defensas ante nuevas amenazas, mientras mantienen sus sistemas y datos seguros. A pesar de que muchos equipos de seguridad aún dependen de los procesos manuales porque históricamente han funcionado, este enfoque presenta desafíos significativos en el entorno digital actual, donde las organizaciones tienen innumerables vulnerabilidades a monitorear.

Es difícil que los humanos realicen pruebas de penetración o validación de controles de seguridad de manera continua. La complejidad de los entornos digitales actuales implica que incluso los profesionales de seguridad más dedicados no pueden gestionar todos los posibles puntos de vulnerabilidad. Sin embargo, las organizaciones cuentan hoy con recursos que les permiten automatizar no solo el proceso de pruebas, sino también identificar las exposiciones más críticas y priorizar su remediación.

La investigación indica que un abrumador 65% de los líderes de seguridad reconocen que están omitiendo exposiciones debido a las pruebas de penetración manual, y un 67% argumenta que limitaciones en el alcance y la frecuencia de estas pruebas dejan brechas identificables en sus evaluaciones. En un entorno donde el costo promedio de una brecha de datos supera los 9 millones de dólares en EE.UU., no se puede permitir que las exposiciones y vulnerabilidades queden sin abordar. La ciberseguridad es inherentemente asimétrica: los atacantes solo necesitan tener éxito una vez para causar un daño significativo.

Los líderes de seguridad que utilizan soluciones de validación automatizadas informan que pueden realizar más de 200 veces más pruebas en comparación con aquellos que se basan en procesos manuales. Esto les ayuda a mantenerse por delante de los atacantes, incluso cuando estos emplean las tácticas más recientes. Implementar la automatización basada en inteligencia artificial en los procesos de validación de exposiciones permite a las organizaciones reducir significativamente el tiempo requerido para probar sus defensas ante nuevas amenazas cibernéticas.

Por ende, la reducción de procesos manuales debería ser una prioridad para cualquier organización. Los hallazgos indican que un 97% de las organizaciones con procesos de validación de controles de seguridad automatizados han notado un impacto positivo tras su implementación. Aquellos que realizan procesos de validación de exposiciones al menos una vez al mes reportan una disminución del 20% en violaciones de seguridad y una mejora en el tiempo medio de detección. La conclusión es clara: las organizaciones que prueban y validan sus capacidades de seguridad regularmente tienen un éxito mayor en detectar atacantes y prevenir brechas. Además, al eliminar procesos manuales que pueden llevar al agotamiento del personal y a exposiciones innecesarias, se les permite a los equipos de seguridad enfocarse en tareas más apremiantes.

La automatización no solo mejora la seguridad, sino que también aumenta la satisfacción laboral y asegura que las organizaciones aprovechen al máximo las habilidades de sus empleados altamente calificados.