
El competidor de Neuralink de Gabe Newell, CEO de Valve, anticipa su primer chip cerebral para este año.
A diferencia de sus otros productos, este no funciona con Steam.
Gabe Newell, cofundador y CEO de Valve, la compañía detrás de franquicias como Half-Life, DOTA 2 y Counter-Strike, así como la prominente plataforma de distribución de juegos para PC Steam, ha contemplado desde hace tiempo la posibilidad de una mayor conexión entre el cerebro humano y los ordenadores. Esta curiosidad comenzó hace más de una década, cuando psicólogos internos de Valve investigaron las reacciones biológicas de las personas a los videojuegos. En sus primeras exploraciones, Valve consideró el uso de monitores del lóbulo de la oreja para su primer visor de realidad virtual y desde 2019 ha investigado públicamente las interfaces cerebro-computadora en el GDC.
Sin embargo, Newell optó por desarrollar esta idea de forma independiente y fue ese mismo año cuando fundó en silencio una nueva startup de interfaces cerebral-computadora llamada Starfish Neuroscience, que ha anunciado planes para lanzar su primer chip cerebral a finales de este año. En una entrada de blog de Starfish, se aclara que aún no estamos hablando de un implante completo. Este chip de "electrofisiología" está diseñado para registrar la actividad cerebral, similar a cómo funciona Neuralink, permitiendo que los pacientes interactúen con computadoras y también para la estimulación cerebral con fines terapéuticos, aunque Starfish no asegura haber construido todos los sistemas necesarios para su funcionamiento o para insertarlo en el cuerpo humano.
Según Nate Cermak, ingeniero neurobiológico de Starfish, la empresa espera que sus primeros chips lleguen a finales de 2025 y está interesada en colaborar con otros que puedan beneficiarse de esta tecnología. Starfish señala que busca desarrollar un implante más pequeño y menos invasivo que la competencia, que permita el acceso simultáneo a múltiples regiones del cerebro en vez de centrarse solo en un área, y que no requiera una batería. La startup indica que su dispositivo consume solo 1.1 milivatios durante la grabación normal, lo que permite utilizar transmisión de energía de forma inalámbrica.
El chip se caracteriza por consumir 1.1 mW durante la grabación normal y contar con un tamaño físico de 2 x 4 mm. Es capaz de grabar señales eléctricas y estimular el cerebro a través de 32 electrodos, con 16 canales de grabación simultáneos a 18.75 kHz. El chip también incluye monitorización de impedancia y procesamiento digital de datos, lo que permite su funcionamiento mediante interfaces inalámbricas de bajo ancho de banda.
Para poner en contexto, el N1 de Neuralink tiene 1,024 electrodos y consume alrededor de 6 milivatios, con una batería que necesita recarga inalámbrica periódica y un tamaño considerablemente mayor. Starfish argumenta que la conexión simultánea a múltiples partes del cerebro puede ser crucial para abordar trastornos como el de Parkinson, citando crecientes evidencias de disfunciones en circuitos neurológicos.
Además de sus planes para implantes cerebrales simultáneos, el sitio web de Starfish menciona el desarrollo de un dispositivo de hipertermia de precisión para eliminar tumores mediante calor focalizado y un sistema de estimulación magnética transcraneal (TMS) guiado robóticamente que aborda condiciones neurológicas como el trastorno bipolar y la depresión.
Por último, la charla de Valve sobre interfaces cerebro-computadora en el GDC 2019 evidencia que el vínculo entre la tecnología y los videojuegos es un foco de interés continuo.