Exlíder de crecimiento de Stripe apoya a la diáspora africana en inversiones en startups y bienes raíces.

En 2017, Joe Kinvi se unió a Touchtech Payments como responsable de finanzas, en un momento en que la startup irlandesa no podía permitirse el salario completo que demandaba. Para solucionar esto, Kinvi negoció recibir acciones en lugar de su salario completo. Dieciocho meses después, Stripe adquirió la empresa y las acciones se convirtieron en participación en Stripe, lo que le permitió a Kinvi dejar su empleo, iniciar un proyecto paralelo y eventualmente fundar una nueva startup. Esa startups, llamada Borderless, tiene como objetivo ayudar a los africanos en la diáspora a invertir en conjunto en startups y bienes raíces en su país de origen.

Desde su lanzamiento en versión beta el año pasado, la plataforma con sede en el Reino Unido ha procesado más de 500,000 dólares en transacciones. Kinvi comentó: “La diáspora envía miles de millones de dólares en remesas, pero muy poco de eso se destina a activos productivos. Creemos que existe un mundo en el que, si podemos reunir al colectivo adecuado con las oportunidades de inversión adecuadas, será mucho más fácil para ellos.”

El camino de Kinvi hacia Borderless comenzó en 2020, justo cuando estalló la pandemia. Junto con un grupo de amigos, formaron Hoaq, un club de inversión que reunió pequeñas aportaciones de inversores locales y de la diáspora para invertir en startups africanas. Uno de sus principales obstáculos iniciales fue abrir una cuenta bancaria, ya que las instituciones financieras señalaron su actividad, resultando en la congelación repetida de su cuenta con Wise. Otros desafíos pronto siguieron, incluyendo desajustes de divisas, requisitos regulatorios y reglas de acreditación que complicaron la inversión colectiva. Para gestionar esta complejidad, el grupo utilizó las cuotas de membresía para contratar a un abogado que manejara el papeleo de manera manual. Con el tiempo, Hoaq incorporó cierta automatización en su flujo de trabajo, experiencia que sentó las bases para Borderless. Hoaq ha invertido en empresas como LemFi, Bamboo y Chowdeck.

Para 2022, Kinvi había dejado Stripe, donde había trabajado en un rol de producto y crecimiento, y pasó un año en Paystack, una subsidiaria de Stripe, ayudando a escalar asociaciones financieras en África. Cuando volvió a abordar el problema que dio origen a Hoaq, desarrolló una herramienta que digitalizó todo el proceso desde la incorporación hasta la distribución. Lo que empezó como una solución interna pronto atrajo interés externo; otros colectivos querían acceso, no solo para acuerdos de startups, sino también para bienes raíces y otros activos. Actualmente, Borderless proporciona la infraestructura necesaria para que los colectivos de la diáspora puedan incorporar miembros, aceptar pagos transfronterizos y desplegar capital de forma segura. Hasta ahora, más de 100 comunidades se encuentran en la lista de espera de la plataforma. Sin embargo, en los últimos meses, los colectivos activos dentro de Borderless han respaldado más de 10 startups y dos proyectos inmobiliarios en Kenia, con inversiones mínimas de 1,000 dólares para startups y 5,000 dólares para propiedades.

Borderless opera bajo la regulación del Reino Unido, lo que le permite ofrecer oportunidades de inversión a los miembros de la diáspora sin violar las leyes de valores. Por ahora, se concentra en dos clases de activos: startups y bienes raíces, aunque Kinvi considera la posibilidad de expandirse hacia otras áreas, como el cine y los bonos de la diáspora. Reconociendo que la parte más importante del modelo de Borderless es la confianza, Kinvi es claro respecto a las reservas de los inversores de la diáspora: muchos han perdido dinero intentando invertir de forma informal a través de familiares o amigos. Para abordar este problema, Borderless dirige los fondos de los inversores directamente a vendedores verificados, cuentas de custodia o abogados, asegurando que no haya movimiento de dinero a través de los gestores del colectivo. Los controles legales y de cumplimiento están integrados en el proceso y todas las oportunidades requieren aprobación bajo el marco regulatorio de la plataforma.

Borderless genera ingresos a través de tarifas de transacción, así como un porcentaje de las cuotas de membresía y márgenes de cambio de divisas. A largo plazo, puede agregar productos de remesas, tarifas de pago y herramientas de gestión de activos. Según Kinvi, la oportunidad más grande radica en desbloquear los 30 mil millones de dólares en ahorros de migrantes que permanecen inactivos cada año. Aunque plataformas de remesas como Zepz, Taptap Send, LemFi y NALA dominan el espacio al facilitar el envío de dinero a casa, pocas han desarrollado soluciones para inversiones a largo plazo, aunque esto podría cambiar en los próximos años con los movimientos recientes de algunos actores del mercado.

Este enfoque ha encontrado eco en los inversores locales. Los financiadores de Borderless incluyen a DFS Lab, Ezra Olubi (CTO de Paystack), Olumide Soyombo y ejecutivos de Stripe y Google, entre otros. Muchos de ellos no solo son inversores, sino también usuarios de la plataforma. Para Kinvi, la misión de Borderless, que ha recaudado 500,000 dólares en capital semillas de estos inversores, es tanto sobre la identidad como sobre los retornos: “La mayoría de los africanos en la diáspora quieren volver a casa algún día. Para hacerlo, necesitan una forma de invertir de manera segura y confiada a gran escala. Eso es lo que estamos construyendo.” Sin embargo, el crecimiento no será fácil. El modelo actual de verificación de Borderless depende en gran medida de relaciones preexistentes y de líderes de colectivos conocidos. A medida que crezca, será necesario contar con procesos robustos de verificación de identidad, detección de fraude y herramientas legales para evitar convertirse en un blanco para actores malintencionados.