Cover Image for Elon Musk Decide No Desmantelar las Naves Espaciales Dragon, Protegiendo Así a los Astronautas y a la NASA de un Desastre.

Elon Musk Decide No Desmantelar las Naves Espaciales Dragon, Protegiendo Así a los Astronautas y a la NASA de un Desastre.

Musk acepta mantener operativa la nave Dragon.

El conflicto entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el CEO de SpaceX, Elon Musk, se ha trasladado al sector espacial. La controversia comenzó cuando Trump, aparentemente molesto por las críticas de Musk hacia su propuesta legislativa conocida como 'One, Big Beautiful Bill', amenazó con anular los contratos federales con SpaceX para ahorrar "miles de millones de dólares". Como respuesta a esta advertencia, Musk anunció que SpaceX comenzaría de inmediato con el desmantelamiento de su nave Dragon, lo que generó preocupación entre los expertos de la industria.

En un mensaje, Musk declaró: "A la luz de la declaración del Presidente sobre la cancelación de mis contratos gubernamentales, @SpaceX comenzará de inmediato el desmantelamiento de su nave Dragon". Sin embargo, tras un comentario que le sugería ‘calmarse y tomar un paso atrás’, Musk reconsideró su postura y afirmó: "Buen consejo. Ok, no desmantelaremos Dragon".

Eric Berger, un reconocido periodista que ha escrito extensamente sobre la historia de SpaceX, comentó en X que el desmantelamiento de la nave Dragon podría significar el fin de la Estación Espacial Internacional (ISS) y que no habría un método seguro para hacerla descender de manera controlada. También apuntó que Musk podría estar hablando en serio: "Esto no es necesariamente una bluff. Elon ha mostrado reticencia a emprender nuevos proyectos relacionados con Dragon y le gustaría mover las misiones humanas al Starship tan pronto como sea posible".

Cabe destacar que SpaceX es fundamental para NASA, ya que es la compañía encargada del transporte de astronautas y carga hacia y desde el espacio utilizando la nave Dragon. De hecho, el astronauta indio designado Shubhanshu Shukla tiene programado un lanzamiento hacia la estación espacial el 10 de junio en una nave Dragon. Boeing podría ser otra alternativa, aunque aún no ha logrado realizar un vuelo exitoso de carga o tripulación con su Starliner.

Hay también misiones privadas, como Polaris, que planean lanzar con cuatro astronautas en Dragon. Es relevante señalar que NASA considera la colaboración con Rusia para el lanzamiento de sus astronautas bajo un acuerdo de intercambio de asientos, aunque esta no parece ser la preferencia a largo plazo de Estados Unidos.

El conflicto se produjo en el primer aniversario del lanzamiento del Starliner de Boeing con los astronautas de NASA, Sunita Williams y Barry Wilmore. La nave resultó ser defectuosa, y la pareja regresó a la Tierra en marzo de este año a bordo de una nave Dragon, más de ocho meses después de su lanzamiento, en lugar de solo ocho días.

Otra compañía que proporciona servicios de transporte a NASA es Northrop Grumman, aunque solo para carga. En junio de 2024, NASA otorgó a SpaceX un contrato de 843 millones de dólares para desarrollar una nave Dragon más grande con el objetivo de desorbitar la estación espacial en 2030. Según Berger, sin SpaceX, NASA podría verse obligada a buscar otras opciones, lo que incrementaría los riesgos de un regreso no controlado de la estación al océano Pacífico.