El fabricante de baterías Powin se declara en quiebra meses después de recibir un préstamo de 200 millones de dólares.

La empresa fabricante de baterías, Powin, presentó una solicitud de bancarrota el miércoles, declarando deudas que superan los 300 millones de dólares. Con esta solicitud de Capítulo 11, la compañía podrá seguir operando mientras trabaja en la reestructuración de su deuda. Powin, con sede en Oregón, se especializaba en la producción de baterías de tamaño para red utilizando celdas de fosfato de hierro y litio (LFP) provenientes de China. A pesar de sus esfuerzos por encontrar proveedores nacionales alternativos, el ex CEO de la compañía, Jeff Waters, mencionó en abril que la cadena de suministro no estaba lo suficientemente desarrollada.

A principios de este mes, la empresa recortó casi 250 empleos, quedando con tan solo 85 trabajadores, lo que representa menos de una quinta parte de su plantilla al inicio del año. Junto con la presentación de la bancarrota, Waters fue reemplazado en su cargo por Brian Krane, quien se desempeñaba como director de proyectos de la empresa.

Powin fue un participante activo durante el primer auge de tecnologías limpias hace más de una década. Se privatizó en 2018 y, en 2022, recibió 135 millones de dólares en capital de crecimiento de varios inversores, incluyendo Energy Impact Partners, GIC y Trilantic Energy Partners. Más recientemente, la empresa aseguró un crédito revolving de 200 millones de dólares de KKR.

En los últimos años, Powin ha experimentado un crecimiento paralelo a la expansión del almacenamiento de baterías a gran escala y se posicionaba como la tercera compañía en EE.UU. en términos de capacidad instalada y la cuarta a nivel mundial. La compañía no especificó los motivos detrás del repentino aumento de su deuda, aunque se sospecha que los aranceles vinculados a su dependencia de las celdas LFP chinas podrían haber contribuido a la situación financiera actual.