
Una nueva plataforma de citas experimental empareja solteros según su historial de navegación.
Los usuarios de Browser Dating suben sus 5,000 búsquedas más recientes, las cuales son transformadas en un "perfil de personalidad de navegación" mediante inteligencia artificial.
Imagina por un momento que tus búsquedas más secretas en internet—como indagaciones nerviosas en WebMD, preguntas en Google sobre si tu gato intenta matarte o el motivo por el cual los pedos huelen de cierta manera—fueran la clave para encontrar a tu pareja ideal. ¿Te inscribirías en un sitio de citas que garantiza conexiones a cambio de tu historial de navegación?
Durante más de diez años, los desarrolladores han intentado perfeccionar la ciencia de la compatibilidad en el ámbito de las citas. Aplicaciones como Tinder ofrecieron infinitas opciones de deslizamientos, Bumble permitió que las mujeres dieran el primer paso y Feeld se convirtió en un espacio para la poliamoría. Grindr fue considerado un paraíso gay (hasta que se inundó de anuncios), Lex se centró en el texto y Pure apostó por encuentros anónimos. Ahora, mientras la inteligencia artificial transforma el panorama de las citas, una nueva plataforma está proponiendo una solución poco convencional: emparejar solteros basándose en su historial de navegación.
Aunque la idea puede parecer contraria a la tendencia actual de mantener perfiles de citas y redes sociales cuidadosamente curados, Dries Depoorter, artista y desarrollador belga, asegura que es precisamente el objetivo. Este innovador considera que la transparencia en la búsqueda de pareja puede ser genuina, ya que a menudo los perfiles en aplicaciones de citas muestran solo una faceta pulida de las personas.
En lugar de crear perfiles con las mejores fotos y detalles destacados, en Browser Dating no se puede ocultar quién eres realmente. Los usuarios deben subir todo su historial de navegación sin posibilidad de seleccionar los elementos que desean compartir. Actualmente, el número de usuarios en este sitio es limitado, con menos de 1,000 personas inscritas desde su lanzamiento reciente. Antes de iniciar, los usuarios deben descargar una extensión para Chrome o Firefox para exportar su historial y subirlo al sitio. Los perfiles incluyen información básica como edad, ubicación, género y preferencias sexuales, así como un perfil de personalidad de navegación que brinda una visión sobre cómo usan internet. Los emparejamientos no están restringidos por ubicación, aunque los usuarios pueden optar por filtrar sus búsquedas.
A diferencia de la mayoría de las aplicaciones de citas que requieren pagos mensuales, Browser Dating solo cobra una tarifa única de €9 para coincidencias ilimitadas, mientras que la opción gratuita limita a cinco. Depoorter menciona que su intención no es sacar provecho con cuotas recurrentes, buscando una alternativa diferente en el modelo de negocio.
Las reacciones iniciales han sido diversas; desde críticas sobre la rareza de la idea hasta aplausos por la audacia del enfoque. Sin embargo, la principal preocupación de los usuarios gira en torno a la privacidad y la seguridad de sus datos, ya que el sitio analiza hasta 5,000 búsquedas recientes y almacena datos a través de Firebase, un servicio de Google. Depoorter asegura que la información no está expuesta en internet y que el procesamiento de datos se realiza de manera local.
Aunque actualmente el sitio no permite subir fotos, se planea implementar esta función en el futuro y mejorar la experiencia con una aplicación que facilita la comunicación y sugiere lugares para citas. La idea surgió de un taller en 2016 donde los participantes compartieron su historial de búsqueda durante un año, lo que llevó a Depoorter a indagar sobre las conexiones ocultas entre personas.
El ámbito de su arte toca temas urgentes como la vigilancia, la inteligencia artificial y las redes sociales, siempre desde una perspectiva crítica y humorística. Si bien no se considera un experto en citas, Depoorter espera escalar la idea de Browser Dating, aunque sabe que habrá desafíos en la aceptación por parte de los usuarios que se muestran reacios a compartir sus inquietudes más privadas.