Activision intensifica su lucha contra los tramposos en Call of Duty.

Activision ha decidido emprender acciones legales contra el creador de un hack conocido de Call of Duty. La compañía argumenta que los hacks GameHook y Lergware han sido tan perjudiciales que un número significativo de jugadores ha abandonado la versión de PC de Black Ops 6. Ambos programas permiten a los usuarios expulsar a otros jugadores de las partidas e incluso hacer que los servidores multijugador se caigan. Además, GameHook proporciona un truco que asegura que todos los disparos del jugador alcancen a su objetivo. La creación de un hack de este tipo infringe los términos del servicio, lo que normalmente solo conllevaría una prohibición. No obstante, Activision afirma que los creadores han monetizado el hack, generando una considerable cantidad de dinero al venderlo a otros jugadores.

El documento legal menciona que Ryan Rothholz, conocido en línea como Lerggy, fue el creador inicial de Lergware. Activision envió una carta de cese y desistimiento en 2023, pero según la compañía, el creador solo cambió su alias y compartió el código fuente con otros hackers. Además, se identificó a dos personas más, Collin Gyetvai y Jordan Newcombe Boothey, como revendedores del hack. Activision está buscando tanto una compensación monetaria como acciones punitivas contra los mencionados en la demanda, y la cantidad reclamada podría alcanzar millones de dólares.

El problema del juego sucio en Call of Duty no es nuevo. La comunidad ha tenido una larga reputación de toxicidad en varias formas, y Activision ha intentado tomar medidas, aunque sin mucho éxito. En el pasado, Call of Duty: Warzone implementó un sistema de shadowban para los jugadores reportados por hacer trampa, mientras que Call of Duty: Vanguard implementó un mecanismo que impedía a los tramposos ver a otros jugadores. Sin embargo, estas soluciones han sido solo parches temporales y la prevalencia del cheating sigue siendo un desafío para la comunidad en línea.